Después de que el senador Gustavo Petro pidiera la renuncia de la vicepresidenta tras asegurar que ella pagó en 1997 la fianza de su hermano, Bernardo Ramírez, capturado por el delito de narcotráfico en Estados Unidos, Marta Lucía Ramírez respondió en un comunicado.
“Tuvimos que ayudarlo firmando una garantía, no una fianza, para asegurar que se presentaría a la justicia, como en efecto lo hizo, acompañado de mi esposo y de mí, quienes lo llevamos a una Corte de la Florida para que reconociera su falta y respondiera por ella”, indicó.
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Aseguró que hermano se involucró muy joven en un negocio fácil y que por él fue condenado de conspiración por tráfico de estupefacientes y que pagó cuatro años y medio de cárcel: desde hace 23 años quedó en libertad por cumplimiento de la pena.
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Ramírez también lamentó que sus “enemigos políticos decidan acudir a la bajeza de estos ataques” en su contra y señaló que estos hacen “parte de una estrategia sistemática” para desacreditarla.
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Finalmente, afirmó que estos hechos son ajenos a ella y que en su momento había informado a quien correspondía al respecto.