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¿Por qué académicos piden que diálogos con ELN sean en el país y no en el extranjero?

Iván Duque pidió al ELN la liberación de todos los secuestrados para iniciar una debida negociación.

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BLU Radio. Gobierno Nacional - ELN // AFP
RODRIGO BUENDIA/AFP

El centro de pensamiento de la Universidad Nacional solicitó que las conversaciones se trasladen al país. Además de un cambio estructural en la negociación.

Vea también: Soldados liberados rompen el silencio tras secuestro de ELN

Aún no se sabe qué va a pasar con las negociaciones entre el ELN y el Gobierno del presidente Iván Duque.

El mandatario pidió la liberación de todos los secuestrados que tiene la guerrilla en su poder hasta el 7 de septiembre.

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A poco tiempo de que la fecha del ultimátum se cumpla, la guerrilla entregó a una comisión humanitaria a solo tres miembros de la fuerza pública, pero quedan seis personas entre civiles y soldados se encuentran privados de su libertad en la selva. Sin embargo, aunque hay una probabilidad puntual de que los diálogos se rompan si la guerrilla no libera a los secuestrados, el centro de pensamiento de la Universidad Nacional- quizás el grupo académico que más conoce de diálogos de paz en el país-, pidió que las conversaciones tengan su escenario principal en Colombia. Y no en el extranjero. Algo que ha ocurrido en contadas ocasiones en los procesos anteriores.

Con las Farc hubo varios intentos, pero finalmente la mesa se desarrolló en Cuba y con el acompañamiento de países garantes y la comunidad internacional. Por tratarse de un hecho histórico, que además tenía presencia en la isla, la prensa y las organizaciones internacionales siguieron el proceso en detalle. Luego, el ELN y el Gobierno decidieron instalarse en Quito, pero los académicos de la Universidad Nacional consideran que el hecho de que el eje transversal de este proceso es la participación de la comunidad, en lo que ha insistido el ELN desde el inicio de los diálogos, el proceso debe llevarse a cabo en Colombia.

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El director del centro de pensamiento, Alejandro Vargas, explicó que cree que debe haber ajustes profundos a la mesa. Uno de ellos es salir de la opción de “no todo está acordado hasta que todo esté acordado”.

Vargas asegura que el objetivo deben ser acuerdos parciales que sirvan para movilizar la mesa y no prolongar los mismos temas conforme al cambio de coyunturas específicas. Esto podría hacer más ágil la negociación y consolidar para el Gobierno objeciones puntuales como el cese de actividades delictivas y la entrega de todos los secuestrados. Y para el ELN, acciones específicas del Gobierno, por ejemplo, en lo que tiene que ver con políticas para frenar el asesinato a líderes sociales.

El centro de pensamiento cree que la negociación en Colombia debe hacerse con acompañamiento de la iglesia y preferiblemente del vaticano.

Pero lo que dejan claro los profesores de la Nacional, es que el ELN debe tomar decisiones unilaterales para abandonar los atentados en los oleoductos, y otros crímenes que persisten a pesar del acercamiento. Esto como una muestra clara a la sociedad de su voluntad de querer lograr una salida negociada al conflicto.

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Sobre ese aspecto, Duque ha sido claro y estableció líneas rojas. Hasta hace poco, alias ‘Pablo Beltrán’, el máximo líder de esa guerrilla dijo a la prensa que el secuestro seguía siendo un medio financiero para la organización. El presidente le respondió aseverando que de ninguna forma iba a legitimar las acciones terroristas y la violencia permitiendo que el ELN continuara en la mesa con personas secuestradas.

El centro de pensamiento argumentó que los errores del proceso con la Farc deben servir para corregir en esta conversación.

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“Hay que estructurar planes de pedagogía y comunicaciones”, aseguraron.

Finalmente, concluyeron que creen que la continuidad del proceso es viable. Pero si eso no ocurre, y la mesa se disuelve, insisten en que la violencia volvería a recrudecerse en las regiones periféricas. Ni el Gobierno ni el ELN han demostrado un interés por traer la mesa a Colombia. Además, la cifra de defensores de Derechos Humanos, que ya podría superar los 350 es un hecho que causa ruido y puede hacer más complejo el escenario. El proceso está en este momento en una etapa definitiva y depende de ambas partes culmine, o que las armas regresen a causar estragos en la población.

 

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