¿Qué hacer y no hacer cuando hay quemadura por pólvora?

Las festividades de fin de año han traído consigo un preocupante aumento en los casos de quemaduraspor pólvora en Colombia, según las últimas cifras reveladas por el Instituto Nacional de Salud. Hasta la celebración de Navidad, el número de personas afectadas ha ascendido de 615 en la temporada 2022-2023 a 640 casos en la actual temporada 2023-2024, representando un incremento del 4,1%. Además, se ha registrado un cambio respecto a la temporada pasada, con dos fallecimientos relacionados con este peligroso tipo de lesiones.

Ante este panorama, es crucial recordar qué acciones tomar y cuáles evitar en caso de encontrarse frente a una quemadura porpólvora.

¿Qué hacer?

Lo más importante en el momento de una quemadura por pólvora es tener en cuenta lo más cercano y efectivo. Abrir un grifo y chorrear agua sobre la zona afectada tiene dos ventajas fundamentales. Primero, enfría la quemadura, evitando que esta se profundice aún más. Segundo, realiza una limpieza inicial de la herida. Después de este paso, se recomienda cubrir la quemadura con algo limpio, y si es esterilizado, mucho mejor. Posteriormente, es esencial buscar asistencia médica, ya sea acudiendo a un centro de salud o directamente a la unidad de quemados.

¿Qué no hacer?

Es crucial evitar ciertas prácticas que podrían empeorar la situación. Aplicar café, cremas o cualquier sustancia grasa en el momento de la quemadura puede conservar el calor y profundizar la lesión. Por lo tanto, se desaconseja el uso de cremas, café, cremas dentales, telas de araña, huevos u otros remedios caseros. En casos de quemaduras por pólvora, lo fundamental es recurrir a la aplicación de agua fría, siendo esta la medida más eficaz y segura para contrarrestar los efectos de la quemadura.

Las autoridades y organismos desalud piden a la población ser consciente de los riesgos asociados con el uso de pólvora y seguir estas recomendaciones para prevenir incidentes que puedan arruinar las celebraciones de fin de año. La responsabilidad individual y la promoción de prácticas seguras son clave para garantizar unas festividades sin tragedias.

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