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Si no lo hubieran matado, Samper no habría terminado mandato: hijo de Álvaro Gómez

“A mi padre lo asesinaron porque era una piedra en el zapato”, dijo Mauricio Gómez.

297739_Foto Álvaro Gómez Hurtado / AFP
Foto Álvaro Gómez Hurtado / AFP
FILES/EL ESPECTADOR/AFP

Mauricio Gómez, hijo de Álvaro Gómez Hurtado, habló en Mañanas BLU sobre la decisión de la Fiscalía de declarar el asesinato de su padre como crimen de lesa humanidad.

Mauricio calificó la decisión como “una ventana de esperanza para que algún día se llegue a la verdad” de lo que ocurrió en el caso pues es un tema que habían pedido durante varios años y “lo único que pasó es que embolataron todo el tema”. 
Dijo que el exfiscal Eduardo Montealegre “lo único que hizo fue parar lo poco que había de investigación”.
 
Gómez aseguró que en varias oportunidades “hubo chance de conocer testimonios, pero siempre pasó algo que no lo permitió, fue algo nefasto”.

Afirmó que su padre murió en medio de una ola de asesinatos que “al final terminaban diciendo que era un ajuste de cuentas.

Todo eso después de conocerse el recordado Proceso 8000 de Samper”.

Le puede interesar: Declaran asesinato de Álvaro Gómez Hurtado como crimen de lesa humanidad.

Criticó a la Fiscalía pues, dice que, tras 22 años “no hay ni siquiera un sospechoso del asesinato lo que demuestra que nunca hubo investigación”.

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Recordó que la última vez que vio a su padre hablaron de temas de arte y cultura, “nunca mencionó nada del Gobierno o la realidad política”.

“Cuando lo asesinaron no entendía por qué, hoy sé que es porque era una piedra en el zapato” dijo.

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El homicidio de Álvaro Gómez Hurtado es un crimen de lesa humanidad, así lo notificó este lunes la Fiscalía a la familia del dirigente político conservador, quien falleció víctima de un atentado terrorista en noviembre de 1995.

Con la declaratoria, la investigación del asesinato no solo no prescribirá, sino que los responsables no tendrán ningún beneficio por parte de la justicia.

Álvaro Gómez fue víctima de dos sicarios noviembre de 1995 cuando salía de las instalaciones de la Universidad Sergio Arboleda.

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