más conozco a las personas, más quiero a mi perro”, muestra como ella insulta a su empleada doméstica, por llevarse una refractaria con comida de su casa, para dársela a su hijo.
Aunque la señora Rodríguez pretendía que hubiese indignación por el supuesto robo de su empleada, el efecto fue el contrario: ya la Fiscalía mexicana la investiga por discriminación y maltrato laboral, mientras que los mexicanos en redes sociales descalifican sus actos.