En política -sobre todo en campaña presidencial- hay que saber escoger muy bien a los amigos. Pero sobre todo a los enemigos. Comprar una pelea con el contendor equivocado puede significar -a la postre- el triunfo o la derrota.
Álvaro Uribe tiene bien ganada su fama de saber escoger tanto a los primeros, como a los segundos. En lo que tiene que ver con estos últimos, el expresidente decidió enfilar baterías en esta campaña presidencial contra Gustavo Petro y Sergio Fajardo.
El primero es un enemigo de vieja data, mientras el segundo no solo es más reciente, sino que mantuvo con él muy buenas relaciones en sus épocas de alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia.
En ambos casos la carga de munición de Uribe contra Petro y Fajardo ha sido disparada desde su cuenta de Twitter. Al primero lo llamó “vago, fantoche y enredador”, mientras que del segundo dijo que si bien no era corrupto era “pésimo administrador”.
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Es claro entonces que Uribe ya definió con quién debe pelear no solo el candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, sino el candidato que salga de la consulta popular que surja entre los aspirantes de la coalición llamada “Equipo por Colombia”, de la Uribe aspira ser parte.
Escuche a Óscar Montes en Mañanas BLU, cuando Colombia está al aire:
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