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Para aliviar la congestión de los servicios de cremación, el Distrito implementó desde esta semana la inhumación de personas que hayan fallecido por el contagio de COVID-19.
El secretario de Salud, Alejandro Gómez, explicó que esta medida se apega al lineamiento nacional sobre los protocolos que deben seguirse en casos de fallecimiento durante la emergencia sanitaria.
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Además, indicó que “la ciudad no se encuentra en emergencia por capacidad de disponer de los cuerpos de las personas fallecidas por COVID o por otras patologías”.
Actualmente, en la ciudad operan normalmente los 6 hornos del Distrito que, entre todos, tienen una capacidad de entre 96 y 106 cremaciones diarias y que están ubicados en los cementerios del norte (3), sur (2) y Parque Serafín (1).
La Alcaldía confirmó que dispone de la capacidad de los 7 hornos privados de la ciudad. A estos lugares, el secretario de Salud se desplazará este fin de semana junto a un equipo técnico conformado por la Secretaría de Salud, la Secretaría de Ambiente y la UAESP para verificar la capacidad instalada.
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Aunque la cremación ha sido el tratamiento con el que se les ha dado una disposición final a los cuerpos de las personas que fallecen por COVID-19, el distrito señaló que también se podrá recurrir a la inhumación en sepultura o bóveda individualizada.
La Secretaría de Salud confirmó, además, que la UAESP, entidad encargada del manejo de los servicios públicos cuenta con 2.329 bóvedas disponibles en cementerios públicos para cuerpos de adultos y 1.624 para menores de cinco años.
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