Por una pendiente de 40 grados es el ingreso a casa de máquinas,
el corazón de Hidroituango y el sitio que fue inundado desde el 10 de mayo de 2018 para preservar la vida de las comunidades aguas abajo en medio de la emergencia en el proyecto.
El lodo, las goteras, un daño en la almenara y las afectaciones en algunos de los sitios donde serían instaladas dos turbinas de generación, que ya estaban en 85 y 60%, evidencian el paso del agua, que alcanzó hasta el techo, y
representaba el golpe de un martillo de 700 toneladas durante 271 días. Aunque ya han sido bombeados más de 35 metros de agua, aún faltan por lo menos 7 por sacar.
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“Posteriormente,
vamos a hacer un estudio más completo porque tomaremos decisiones con relación al diseño y lo que haya que reparar. Se le entregarán al constructor para lograr estabilizar todas las cavernas y daños que encontremos”, dijo el vicepresidente de proyectos de energía de EPM, William Giraldo.
Por eso continúan las labores de 3.500 empleados, en turnos repartidos las 24 horas, para desarrollar labores en diferentes frentes. Específicamente, en casa de máquinas, inyección de oxígeno para evitar que el agua se descomponga e incluso hacen rescate de peces atrapados al interior de la caverna.
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Se espera que en 8 meses esté totalmente desinundada e inicien las reparaciones.