Henry Robinson García Hidalgo, comandante operativo de seguridad ciudadana en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, fue destituido e inhabilitado por 18 años por extralimitar sus funciones, abusar de la autoridad y tener comportamientos de discriminación racial, al censurar a raizales en un establecimiento público de la isla.
Los hechos ocurrieron en un lugar llamado ‘La gallera de Astor’, donde el oficial de forma injustificada y deliberada decomisó equipos electrónicos del propietario del negocio y al ser este hombre nativo, se determinó como una conducta discriminatoria, ya que no se estaba alterando el orden público.
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Adicional a esto, la Procuraduría General de la Nación, encontró que con arbitrariedad privó de la libertar a dos ciudadanos y como si no fuera suficiente, dio vía libre para que miembros de la Policía que estaban a su cargo, detuvieran a tres raizales más, sumado a que agredieran con arma de fuego a once personas más dentro de los que se encontraban dos menores de edad y a quienes Medicina Legal les diera entre 7 y 95 días de incapacidad.
El comandante destituido, quien debía evitar cualquier abuso, no opuso resistencia para que, además, los uniformados destruyeran bienes de propiedad de pobladores de la localidad y alteraran los domicilios de personas pertenecientes a determinado grupo racial.
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Por violar artículos de la Constitución y el artículo séptimo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que contempla la igualdad en la protección contra todo tipo de discriminación, el ente de control calificó como falta gravísima a título de dolo la conducta de García Hidalgo.
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