Diego Antonio Arrieta López era un reclamante de tierras de la vereda Tulapas que el otro año iba a recuperar su predio en Turbo, por eso su crimen, a manos de desconocidos que lo citaron en cercanías a Necoclí, sembró temor entre los a los demás campesinos y reclamantes de tierra de la subregión del Urabá antioqueño que piden esclarecer su asesinato.
A ese llamado para esclarecer el asesinato del reclamante de tierras se unió el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, quien anunció una recompensa de hasta 30 millones de pesos.
"He convenido con la Policía y con la secretaría de Seguridad una recompensa de 30 millones de pesos por quien nos pueda brindar información para esclarecer este hecho y para dar con los culpables del mismo. Rechazo total y persecución total a cualquier acción contra nuestros líderes sociales y comunitarios", dijo el mandatario departamental.
Hay que recordar que Diego Antonio perdió comunicación con sus familiares tras salir a cumplir dicha cita. Horas más tarde, su cuerpo fue encontrado en cercanías del municipio de Necoclí, con varias heridas ocasionadas con arma de fuego.
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