El Consejo Superior de la Universidad Nacional designó a Ismael Peña como el nuevo rector de esta institución. Sin embargo, la noticia no cayó bien en la comunidad universitaria debido a que la consulta popular dictó como favorito a Leopoldo Múnera, pero que en la decisión final del CSU terminó todo diferente.
Esto generó toda una polémica en la Nacional debido a que eligieron al que no ganó la consulta universitaria ni a quien tenía la mayoría de los votos del Consejo Superior. Se pensaba que, finalmente, el CSU iba a decantarse por el elegido por la comunidad estudiantil.
“Se pensaba que, por primera vez, en muchos años, se respetara la consulta universitaria donde el profesor Múnera recibió más 15.3000 votos vs. el profesor Ismael Peña, que fue el designado por el CSU, que apenas alcanzó los 2.300 votos de parte de la comunidad universitaria. De alguna manera hace una indicación histórica, de los estudiantes, profesores, egresados y trabajadores que la administración se deba a su comunidad”, explicó Jennifer Pedraza, representante a la Cámara y representante estudiantil, en diálogo con Sala de Prensa.
Cabe recordar que la ley 30 y el decreto 1210, que en particular rige a la Universidad Nacional de Colombia, permite que la rectoría la definan los consejeros del Consejo Superior Universitario, en donde asignan a dos de sus nueve miembros para la elección de la rectoría. Grupo conformado por la ministra de Educación, Aurora Vergara; dos representantes de Presidencia; un exrector; un representante de los profesores; un representante de los estudiantes; un miembro del Consejo Nacional de Educación Superior y un miembro designado por el Consejo Académico.
“En el pasado los tres delegados del Gobierno, hablando de Duque, Santos y Uribe, siempre se habían negado de acogerse al resultado de la consulta. Esta vez existía mucha expectativa porque de ocho posibles votos, los rectores eligen con cinco votos. Si hacemos las cuentas si las tres delegadas del presidente Petro respetaban el voto, más la representación estudiantil y la representación del personal, en teoría habría una elección del rector directa y democrática por primera vez en la historia”, puntualizó.
Perlaza aseguró que se radicó un derecho de petición a la Universidad Nacional para que explique qué fue lo que sucedió, pero se estima que una de estas cuatro personas cambió de opinión.
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“Se esperaba una actitud activa del parte de la ministra que predice con el CSU universitario. Esto es una decepción grandísima, hay llamados a la movilización para que se respete la consulta (…) Creo que con la movilización social cuando es grande, objetiva y creativa tiene la capacidad de alcanzar sus objetivos”, añadió.