En cuestión de horas las fuertes lluvias que cayeron este fin de semana en el Atlántico desbordaron los arroyos que atraviesan a los municipios de Usiacurí, Sabanalarga y Campo de la Cruz, y causaron emergencias por inundaciones y debilitamiento de terrenos en todas estas poblaciones.
En el caso de Usiacurí, los arroyos sobrepasaron su nivel, derribaron algunos muros de contención y a su fuerte paso dejaron bajo el agua e incomunicados a barrios como El Roble, en el casco urbano, a la vereda Palmarito, en zona rural, y al corregimiento de Isabel López, jurisdicción de Sabanalarga.
El alcalde de Usiacurí, Julio Calderón, aseguró que dos familias también debieron ser evacuadas de sus viviendas por riesgo de colapso, hubo inundaciones en la plazoleta del inmueble patrimonial Julio Flórez y se derribó una parte del muro de contención que protege las bases de la Iglesia Santo Domingo de Guzmán, donde ahora urgen medidas de mitigación para evitar que se venga a abajo este Bien de Interés Cultural.
El subsecretario de Gestión del Riesgo del Atlántico, Nelson Oquendo, también reportó casas destechadas e inundaciones en Campo de la Cruz y Sabanalarga, siendo que en este último municipio habrían quedado bajo el agua más de 30 casas.
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El funcionario advierte que estas inundaciones se derivan en su mayoría al desbordamiento de arroyos, pero que esto a su vez también es provocado por malas prácticas de la ciudadanía, que acostumbran arrojar basuras a estos cauces y taponarlos.
Entre tanto, en el municipio de Soledad continúa la búsqueda de un hombre arrastrado por el arroyo El Salado. Se trata de Raúl Valencia, quien se encontraba en el barrio Las Moras, cerca del caudal, cuando cayó en la corriente sin que nadie pudiera rescatarlo de las aguas.
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