Preocupante panorama se reporta en el centro del Valle del Cauca para los funcionarios penitenciarios, pues recientemente se registraron tres atentados sicariales contra personal del Inpec, que dejan dos muertos y un herido.
El primer ataque se registró en Palmira la noche del lunes, donde Néstor Quevedo, expresidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios en Palmira, y quien llevaba pocos meses pensionado, fue atacado a disparos a las afueras de su casa en presencia de su familia.
Los siguientes ataques se registraron de manera simultánea en inmediaciones de las cárceles de Buga y Tuluá, donde los delincuentes atacaron a tiros a dos funcionarios que llegaban al centro penitenciario para iniciar su jornada.
En este ataque simultáneo falleció en Buga el guardia Leider Romo, mientras que el dragoneante Nicolás Torres Noreña está siendo intervenido quirúrgicamente en una clínica en Tuluá.
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"Está muy grave la situación por parte de la delincuencia contra de los funcionarios del Inpec, y ahí tenemos que hacer una grave denuncia a los alcaldes, quienes han abandonado la seguridad perimetral de los establecimientos carcelarios. La Policía no está haciendo acompañamiento y lo que vemos es que están matando a los guardianes entrando a la cárcel", aseguró Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios.
Las autoridades se encuentran investigando si estos crímenes tendrían relación con el llamado 'plan pistola' contra los funcionarios penitenciarios que se anunció meses atrás, al parecer, anunciado por el grupo criminal La Inmaculada, el cual se declaró después de la intervención que se hizo al municipio de Tuluá.
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