Campesinos de la vereda Canelos, en la zona rural de Piedecuesta, Santander, enfrentan una grave emergencia tras una avalancha provocada por las fuertes lluvias de los últimos días. El deslizamiento arrasó cultivos, parte de las viviendas y dejó incomunicadas varias veredas del municipio.
“Cultivos de aguacate, arveja y café fueron arrastrados. No tengo cómo sostener a mis hijos”, denunció María Aranda Guerrero, una de las habitantes afectadas. La mujer también relató que su vivienda quedó destruida: “Pudimos salir con lo que teníamos puesto. Lo que está en pie es peligroso. Quedé sin casa, sin nada, todo deteriorado. No hay paso ni para carros en la vía”, dijo.
La situación también afecta a otras veredas como Granada, La Mata, Sevilla y Zaragoza, donde los derrumbes bloquearon vías principales y han dejado a los habitantes prácticamente aislados. Vecinos de La Mata lograron, con herramientas propias y esfuerzo colectivo, remover parte del lodo y las piedras que obstruían la única vía que los conecta con el casco urbano de Piedecuesta.
A pesar de la gravedad de la situación, los campesinos denuncian la ausencia de la administración municipal. “Nos vemos obligados a pedir ayuda por redes sociales porque nadie ha venido. El Gobierno local brilla por su ausencia”, aseguran los afectados, quienes ahora claman por la intervención del Gobierno Nacional.
La emergencia se extiende también a veredas del municipio de Floridablanca, donde los residentes han tenido que retirar por su cuenta los escombros que bloquean sus accesos, ante la falta de apoyo institucional.
Las comunidades rurales de Santander hacen un llamado urgente a las autoridades departamentales y nacionales para atender la crisis y brindar asistencia a las familias afectadas en las zonas más golpeadas por las lluvias.