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Para evitar falsificación: desecharon más de 4.000 toneladas de medicamentos en Colombia

Esta iniciativa busca crear conciencia sobre el manejo de los fármacos vencidos y deteriorados.

Desecharon más de 4.000 toneladas de medicamentos en Colombia
Desecharon más de 4.000 toneladas de medicamentos en Colombia
Foto: referencia, Meta IA

En un esfuerzo conjunto por prevenir la falsificación, adulteración y contrabando de medicamentos, así como la disposición final de medicamentos vencidos, el sector farmacéutico colombiano ha implementado el Plan Posconsumo de Medicamentos. Esta iniciativa, liderada por la entidad sin ánimo de lucro Punto Azul, ha logrado recoger 4.090 toneladas de residuos de medicamentos en todo el país.

Según Jorge Trujillo, director ejecutivo de Punto Azul, hasta lo que va corrido del 2025, se han instalado 2.314 Puntos Azules en droguerías, almacenes de cadena y grandes superficies, donde se pueden depositar medicamentos vencidos, deteriorados o parcialmente consumidos. La campaña informativa busca educar a la población sobre la importancia de desechar adecuadamente estos productos para evitar su reenvasado y comercialización, lo que podría atentar contra la salud pública.

Karina Pérez, gerente de Medio Ambiente y Responsabilidad Social del Laboratorio Vitalis, destacó que la iniciativa busca crear conciencia sobre el manejo de los fármacos expirados y deteriorados.

"Los medicamentos vencidos, parcialmente consumidos o deteriorados deben ser desechados de manera adecuada para evitar su reutilización", afirmó.

Medicamentos
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Foto: referencia, Meta IA

Los Puntos Azules están diseñados para recibir envases y empaques vacíos de medicamentos, medicamentos parcialmente consumidos y medicamentos vencidos. Sin embargo, no se deben depositar en estos contenedores jeringas usadas, termómetros desechados o rotos, gasas usadas, pilas consumidas por equipos médicos ni elementos cortopunzantes como agujas y bisturíes.

Una vez recolectados, los medicamentos son tratados mediante gestores de residuos peligrosos autorizados y avalados por la autoridad ambiental, que se encargan de la recolección, transporte y disposición final a través de procesos de termo destrucción controlada y segura para el medio ambiente.

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La iniciativa busca garantizar que los residuos líquidos nunca lleguen a las fuentes hídricas naturales y proteger la salud pública.