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En entrevista con Mañanas Blu, el nuevo Superintendente de Salud, Giovanny Rubiano, habló sobre la situación de las Empresas Promotoras de Salud (EPS) intervenidas por el Gobierno. Durante la entrevista, Rubiano admitió que, a la fecha, los indicadores de estas entidades no han mostrado mejoras significativas, a pesar de los esfuerzos realizados por su administración y las anteriores.
El anuncio incluyó la designación de siete nuevos interventores para EPS bajo medida especial, quienes asumirán el reto de redireccionar la administración de estas entidades. Los nombres destacados son:
Rubiano defendió la idoneidad de estos nombramientos y aclaró que la selección se realizó bajo la normativa que otorga al superintendente la discrecionalidad para elegir candidatos más allá del Registro de Interventores, Liquidadores y Contralores (RILCO).
La resolución 2599 de 2016 permite tomar estas decisiones con base en la idoneidad profesional de los seleccionados
Rubiano también habló de la decisión de realizar auditorías forenses en todas las EPS intervenidas. Según el funcionario, el objetivo es obtener claridad sobre las circunstancias que enfrentan estas organizaciones.
“Esto no implica sospechas de corrupción en todas las entidades, pero necesitamos evidenciar, en blanco y negro, qué está ocurriendo al interior de cada EPS”, subrayó. La auditoría busca analizar el estado financiero, el manejo de recursos y los indicadores de atención, elementos clave en la prestación del servicio de salud, según dijo.
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La intervención: ¿administrar o liquidar?
En relación con la posibilidad de liquidación de algunas EPS, Rubiano fue enfático al afirmar que la administración actual prioriza medidas para mejorar indicadores y garantizar la continuidad del servicio.
“Este Gobierno interviene para administrar, no para liquidar como ocurrió en gobiernos anteriores, que dejaron deudas impresionantes a la red pública y privada”, aclaró.
Sin embargo, no descartó que el Comité de Medidas Especiales pueda decidir la liquidación en casos específicos, dependiendo del resultado de las investigaciones. Al ser consultado sobre las EPS más críticas, como Emssanar, Asmet Salud y S.O.S, Rubiano sostuvo que el enfoque sigue siendo estabilizar la operación y asegurar servicios adecuados para los usuarios.
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Rubiano admitió que la situación heredada era “dramática” y “caótica”, lo que ha dificultado los avances esperados, por lo que justificó así la no mejora de los indicadores de las EPS intervenidas
"Estamos buscando redireccionar el riesgo, siempre pensando en la gente. Nuestra prioridad es que los pacientes reciban medicamentos y atención oportuna, además de garantizar que las EPS contraten con IPS cercanas a las comunidades”, afirmó.
Ante preguntas directas sobre el empeoramiento de la calidad del servicio, el Superintendente expresó su compromiso de revertir esta tendencia: “Espero que en los próximos meses podamos mostrar evidencia de mejora. Por ahora, es innegable que enfrentamos una gran oportunidad de cambio”.
En el caso de Kemer Ramírez Cárdenas, interventor designado para Sanitas, surgieron cuestionamientos por investigaciones previas relacionadas con $32,000 millones en la Subred Centro Oriente de Bogotá. Rubiano aseguró que estas investigaciones fueron cerradas sin hallazgos significativos: “Lo importante es que las personas seleccionadas cumplen con los requisitos legales y éticos para asumir estos roles”.
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