En el corazón de las verdes llanuras británicas, yace Stonehenge, un antiguo círculo de piedras que ha fascinado a la humanidad durante milenios. Este monumento neolítico, con sus imponentes piedras verticales que se alzan majestuosamente, sigue siendo un enigma que ha dejado perplejos a científicos y arqueólogos desde hace décadas. Una reciente investigación británica ha arrojado luz sobre este enigma, revelando detalles sorprendentes sobre la historia y el origen de Stonehenge.
Una de las características más enigmáticas de Stonehenge es la Piedra del Altar, la número 80. A diferencia de las demás piedras que conforman el círculo y que provienen del área de Mynydd Preseli en Gales, la Piedra del Altar es única en varios aspectos. Se cree que podría haber llegado desde una cantera mucho más lejana. Los científicos de la Universidad de Aberystwyth han planteado la posibilidad de que esta roca no derive de la antigua arenisca roja de la cuenca anglo-galesa.
Lo que hace aún más intrigante a la Piedra del Altar es su composición. A diferencia de las otras piedras, esta está hecha de arenisca en lugar de roca ígnea. Para entender mejor esta peculiaridad, los investigadores llevaron a cabo un minucioso análisis utilizando técnicas avanzadas como petrografía óptica, análisis XRF portátil, análisis SEM-EDS automatizado y espectroscopia Raman.
Los resultados revelaron un alto contenido de bario en la Piedra del Altar, con casi todos los análisis mostrando niveles superiores a 1025 partes por millón. Esto contrasta fuertemente con las 58 antiguas muestras de arenisca roja analizadas de la cuenca anglo-galesa, de las cuales solo cuatro tenían un contenido de bario superior a 1000 partes por millón. Estos hallazgos respaldan la teoría de que la Piedra del Altar podría ser originaria del norte de Gran Bretaña en lugar de Gales.
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Stonehenge: un enigma neolítico
Stonehenge se erige como el monumento neolítico más emblemático del mundo. Sus impresionantes piedras verticales, que datan alrededor del año 3000 a.C., alcanzan alturas de hasta 4 metros y pesan alrededor de 25 toneladas cada una. A lo largo de los siglos, este lugar ha sido testigo de celebraciones anuales en los solsticios, atrayendo a miles de personas de todo el mundo.
Los misterios que rodean a Stonehenge continúan intrigando a la comunidad científica y a los arqueólogos. La reciente investigación sobre la Piedra del Altar plantea nuevas preguntas sobre su origen y cómo llegó a su ubicación actual. Estos descubrimientos no solo arrojan luz sobre la historia de Stonehenge, sino que también nos impulsan a seguir explorando este fascinante monumento para desvelar sus secretos más profundos.
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