Murió Jaime Posada, académico de la lengua y la historia colombiana

Este 2 de julio en horas de la mañana falleció Jaime Posada, un hombre que se movió desde sus inicios en la esfera política nacional e internacional y dedicó sus últimos años a la academia y aportar al sector universitario del país. Tenía sangre santandereana, originario del municipio de Socorro, Santander, en 1924, y fue reconocido por moverse en escenarios destacados como el Ministerio de Educación Nacional, durante el Gobierno del presidente Alberto Lleras Camargo. Representó a Colombia como embajador ante varios países y organizaciones internacionales como la ONU, la Unesco y la Alianza para el Progreso; fue también secretario de Educación, Ciencia y Cultura de la OEA.En la actualidad, a pesar de su larga edad, su energía y su carácter le daban fuerza para estar al frente de la Rectoría y la Presidencia de la Universidad de América, de la cual recibió el grado Honoris Causa en Humanidades y Ciencias Sociales. Asimismo, integraba el Consejo Superior de la Universidad Central, entre otras distinciones en el sector de la educación, ya que desde décadas atrás fue uno de sus promotores.Fue director del Instituto de Cultura Hispánica, miembro de la Academia Colombiana de Historia, presidente del Colegio Máximo de Academias Colombianas y director de la Academia Colombiana de la Lengua. Autor de varios libros y ensayos sobre temas históricos, literarios, políticos y de teoría y praxis universitarias.Luego de conocerse su partida, las universidades de América y la Central, así como la Real Academia Española, ofrecieron públicamente sus condolencias y exaltaron su liderazgo y trayectoria.En el campo político fue concejal, representante y senador del Partido Liberal, embajador, diputado, Gobernador de Cundinamarca y miembro de la Cámara de Representantes.Estudió su bachillerato en el Externado Nacional Camilo Torres y posterior, en la rectoría del latinista José María Restrepo Millán. En el Colegio Mayor del Rosario, adelantó el programa de Derecho Público como antesala al ruedo político.Obtuvo en vida los premios: Príncipe de Asturias de la Concordia. Oviedo, España. Año 2000, y Elio Antonio de Nebrija, Universidad de Salamanca. Año 2008.