El español es un idioma que se encuentra en constante transformación y varía dependiendo de la región en la que se use, es decir, depende del contexto. Cada año, se emplean nuevas palabras y caen en desuso otras. Por esto, es común que surjan dudas sobre la correcta forma de escribir ciertas palabras, teniendo en cuenta la importancia de la ortografía a la hora de producir un texto, o enviar un simple mensaje. Según la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en su investigación La importancia de la Ortografía en la Producción de Textos, "El idioma requiere buena ortografía y gramática, por eso, escribir correctamente debe ser una prioridad al redactar. La mala ortografía disminuye la calidad del contenido y afecta la credibilidad del escritor".Algo que suele suceder, es la confusión a la hora de conjugar algunos verbos, especialmente aquellas que se conjugan de manera irregular. Uno de los ejemplos más frecuentes es el uso del gerundio del verbo "ir". Muchas personas se preguntan si deben escribir "yendo", "llendo" o "iendo". Para resolver esta duda, es fundamental acudir a las normas establecidas por la Real Academia Española (RAE), la autoridad en cuanto a la normativa del idioma.Yendo o llendo o iendoSegún la RAE, la forma correcta del gerundio del verbo "ir" es "yendo". Este verbo es irregular, y su conjugación no sigue el patrón regular que otros verbos del idioma español pueden tener. En este caso, "yendo" es la única forma aceptada y utilizada en el español estándar. Se utiliza para indicar una acción en progreso, equivalente a "estar yendo" en la construcción de tiempos continuos.Por ejemplo:Estoy yendo a la tienda.Nos encontramos yendo al cine cuando empezó a llover.Errores Comunes: "Llendo" o "Iendo"¿Cómo se dice hiendo o yendo?Las formas "llendo" o "iendo" no son correctas y no están aceptadas por la RAE. El error de escribir "llendo" probablemente proviene de una confusión con el sonido de la "y" en ciertas variantes del español, donde esta puede sonar similar a la "ll". Sin embargo, aunque la pronunciación pueda inducir a error, la ortografía correcta es "yendo".Por otro lado, "iendo" podría parecer lógica para algunos hablantes que intentan aplicar una regla de conjugación regular. Sin embargo, "ir" es un verbo irregular, y no sigue las mismas reglas de conjugación que los verbos regulares terminados en "-er" o "-ir".Utilizar la forma correcta de las palabras en la escritura y el habla es esencial para mantener la claridad y la coherencia en la comunicación. La RAE proporciona una guía clara sobre el uso correcto del idioma, ayudando a los hablantes a evitar errores comunes y a comunicarse de manera más efectiva.¿Qué significa yendo?Yendo es el gerundio de ir y se escribe yendo, no 'llendo' ni 'iendo'. Junto al infinitivo y el participio, el gerundio es la forma no personal o impersonal de un verbo y que indica que la acción (de ir, en este caso) está pasando, realizando o llevando a cabo.¿Por qué es importante la ortografía?Los errores ortográficos son índice de distracción, poca lectura y la causan daño al lenguaje. Leer ayuda a memorizar la ortografía de las palabras. La ortografía no es solo un asunto escolar, afecta todo tipo de documentos escritos, como cartas y hojas de vida. También es importante el uso correcto de los signos de puntuación para dar sentido al texto.¿Qué es la RAE y cuál es su función?La Real Academia Española (RAE) es una institución cultural fundada en 1713, dedicada a la regulación y preservación del idioma español. Su función principal es velar por la pureza, propiedad y evolución de la lengua, adaptándola a las necesidades comunicativas de los hablantes sin perder su esencia. Para ello, la RAE elabora y actualiza el Diccionario de la lengua española, la Gramática y la Ortografía, obras normativas que establecen las reglas y usos correctos del idioma. Su objetivo es fomentar la unidad del español en todos los países hispanohablantes, garantizando una comunicación clara y efectiva.
La Real Academia Española (RAE), en las últimos días del año, suele presentar las nuevas palabras que son incorporadas para el año que se viene. Presentó su actualización 23.8 del Diccionario de la lengua española (DLE).Esta nueva versión trae consigo 4.074 novedades, que incluyen nuevos términos, nuevas acepciones de palabras ya existentes, enmiendas a definiciones previas y algunas supresiones. Además, la RAE ha renovado la interfaz electrónica de su diccionario, proporcionando a los usuarios una experiencia de consulta más intuitiva y moderna.Uno de los aspectos más destacados de esta actualización es la incorporación de palabras de uso cotidiano, que abarcan desde términos de la ciencia, como aerotermia y microbioma, hasta voces relacionadas con la gastronomía, como umami, tabulé o barista. También se añadieron términos que reflejan fenómenos actuales en la sociedad y la tecnología, como teletrabajar, desarrollador y escalabilidad, y nuevas acepciones de palabras ya conocidas, como temporada en su uso relacionado con series o programas de televisión.La actualización incluye, además, nuevos extranjerismos, como funk, groupie e indie, y otras palabras propias del deporte, como bicicross, capoeira y curling. También se incorporan términos de uso coloquial, como chorreo, que hace referencia a una reprimenda, y voces propias de América, como azotehuela y parrillar.Palabras más raras admitidas por la RAE en esta actualizaciónAzotehuela.Tabulé.Parrillar.Indie.Musealizar.Dramaturgista.Aerotermia.
La palabra funar se ha convertido en una palabra común, utilizada en las redes sociales, especialmente en contexto de denuncias públicas contra personas o entidades. Sin embargo, su significado exacto genera confusión, ya que la Real Academia Española (RAE) reconoce la palabra con una definición que no precisa con claridad de la misma. A pesar de esto, la palabra ha ganado fuerza debido a su creciente uso en plataformas digitales, lo que ha generado una discusión sobre su significado y origen.¿Qué significa la palabra funar?Según la Real Academia de la Lengua, la palabra funar tiene estos significados: Frustrarse por algo, no llegar al fin deseado. Hacer que algo disminuya su calidad. Mirar algo o a alguien. Identificar algo o a alguien. Organizar actor públicos de denuncia contra organismos o personas relacionados con actos de represión delante de su sede o domicilio. Aunque, esta ultima definición: "Organizar actor públicos de denuncia contra organismos o personas relacionados con actos de represión delante de su sede o domicilio", recoge la idea principal de lo que significa esta palabra, no especifica que este término solo puede ser usado en un contexto digital, es decir, en redes sociales. Usado en otro contexto, perdería su sentido. De acuerdo al uso que se le da a esta palabra en Colombia y algunos países de Latinoamérica, la última parte de esta definición tampoco tendría lugar en el término, pues, no tiene que ver con "actos de represión delante de su sede o domicilio". La difusión de la palabra funar se ha visto facilitada principalmente por las redes sociales, donde los usuarios comparten rápidamente información, opiniones y denuncias en tiempo real. En muchos casos, las funas no solo buscan visibilizar un hecho negativo, sino también ejercer presión social para que la persona o entidad involucrada sea responsabilizada por sus acciones.Esta palabra, es un ejemplo de cómo las palabras evolucionan y se adaptan a las nuevas formas de comunicación, especialmente en un entorno tan influenciado por las redes sociales.
'Dana' ha sido elegida palabra del año 2024 por la FundéuRAE, tras el fuerte temporal que a últimos de octubre pasado causó graves inundaciones en el este y el sur de España, y su uso se disparó en los medios de comunicación durante el último trimestre.Según explicó este jueves en un comunicado la FundéuRAE, fundación promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, 'dana' se ha impuesto a otras once palabras, entre las que figuraban 'gordofobia', 'narcolancha' y 'woke'.La elección de 'dana', según la FundéuRAE, se debe también a su interés lingüístico y la dudas que aún genera en su escritura entre los hablantes.La FundéuRAE subraya que lo ocurrido en España, con al menos 231 muertos y pérdidas materiales multimillonarias, "se suma a otras fuertes catástrofes climáticas que han tenido lugar este año, como las inundaciones en Perú, Europa central, Estados Unidos o Brasil".'Dana' (escrita con minúsculas) es la palabra en que se ha transformado DANA, sigla de "depresión aislada en niveles altos"; y ha sido incorporada al Diccionario de la Lengua Española en su última actualización, publicada el pasado 10 de diciembre.Si se usa como sigla se escribirá enteramente con mayúsculas, pero ya se emplea como sustantivo común lexicalizado escrito en minúsculas: 'la dana'.Si se opta por la sigla, el plural es 'las DANA', no 'las DANAs' ni 'las DANAS', y no resulta apropiada la grafía 'Dana', solo con mayúscula inicial, salvo que sea la primera palabra de un enunciado.Dónde se usa danaEs una voz que, según se puede observar en los corpus académicos, se emplea principalmente en España. Desde el ámbito técnico en el que nació este vocablo, dio el salto a los medios de comunicación y, finalmente, llegó a la lengua general y al diccionario académico.'Dana' ya fue candidata a palabra del año de la FundéuRAE en 2019, sin conseguirlo, pero la intensidad y la frecuencia con la que se repite este fenómeno meteorológico, la misma con la que se recoge en los medios de comunicación, ha vuelto a poner su nombre en las portadas.Cada año, la Fundación escoge la palabra del año tras seleccionar doce términos en función de su presencia en los medios de comunicación, así como en el debate social en el mundo hispanohablante.Y valora también que estas voces tengan algún interés desde el punto de vista lingüístico: Una formación curiosa, un significado o una escritura que genera dudas entre los hablantes.La FundéuRAE dio a conocer la elección de este año en un comunicado y proporcionará imágenes que ilustran la palabra del año que han sido cedidas por la Agencia EFE.La ganadora de este año fue escogida entre otras once candidatas: 'alucinación', 'fango', 'gordofobia', 'inquiokupa', 'mena', 'micropiso', 'narcolancha', 'pellet', 'reduflación', 'turistificación' y 'woke'.Esta es la duodécima ocasión en la que la Fundación escoge su palabra del año. Las anteriores ganadoras fueron 'escrache' (2013), 'selfi' (2014), 'refugiado' (2015), 'populismo' (2016), 'aporofobia' (2017), 'microplástico' (2018), 'emojis' (2019), 'confinamiento' (2020), 'vacuna' (2021), 'inteligencia artificial' (2022) y 'polarización' (2023).
Este mes de diciembre, ha traído consigo cambios de clima drásticos, especialmente en la capital del país. Mañanas soleadas, tardes con vientos fuertes y noches con neblina, son los cambios en la temperatura que suelen acompañar los días decembrinos de este año. Ante el aumento de aglomeraciones, viajes y reuniones familiares, se incrementaron los casos de gripa o influenza en el país desde el 18 de noviembre. De hecho, se registraron 6.674.307 atenciones por infección respiratoria aguda, según informó la INS.Cuando llegan los cambios de clima, no falta quien comente: “Me dio gripa” o “Estoy con gripe”. Aunque ambas formas son usadas cotidianamente, es común que surja la duda: ¿cuál es la correcta según la Real Academia Española?La palabra “gripe” es reconocida como la forma oficial y estándar en el idioma español para referirse a esta infección viral. Su origen proviene del francés “grippe”, que a su vez se derivó del alemán “gripen”, que significa “apretar” o “agarrar”, haciendo alusión a la sensación que produce esta enfermedad. Por esta razón, en la mayoría de los países de habla hispana se utiliza “gripe” como el término oficial.Sin embargo, en países como Colombia, México y algunas regiones de América Latina, la palabra “gripa” se ha convertido en un vocablo coloquial muy extendido. La RAE, aunque reconoce su uso en estos lugares, la clasifica como un regionalismo. Esto significa que “gripa” es una variante aceptada en el habla popular, pero no es la forma formal o recomendada en contextos académicos o escritos formales.Gripa o gripeSegún la RAE, ambas palabras son comprensibles y válidas dentro de su respectivo contexto, pero subraya que “gripe” es el término preferido y correcto dentro del español general.En su Diccionario de la lengua española, “gripe” aparece definida como una “enfermedad infecciosa causada por un virus que afecta principalmente las vías respiratorias”. Por otro lado, “gripa” también está incluida, pero con la aclaración de que es un uso propio de determinadas regiones de América Latina.Es importante destacar que el idioma evoluciona según el uso de sus hablantes. Términos como “gripa” reflejan la riqueza y diversidad del español en diferentes países. Aunque “gripe” sea el término oficial, “gripa” continuará siendo parte del lenguaje cotidiano de millones de personas, especialmente en Colombia, donde se ha arraigado profundamente en la cultura popular.Entonces, si bien “gripe” es la forma correcta según la RAE, usar “gripa” no es un error en contextos informales o coloquiales. Lo más importante es que ambas palabras nos entienden y nos conectan con nuestra identidad lingüística. El Instituto Nacional de salud recomienda tener medidas de autocuidado como lavado de manos, ventilación, uso de tapabocas si hay síntomas y evitar multitudes.
El director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado; y la responsable del Instituto de Lexicografía, Elena Zamora (d), presentaron este martes la actualización 23.8 del diccionario de la lengua española en Madrid.Allí, expusieron las nuevas palabras que se incorporaron al diccionario en esta edición, las cuales venían siendo consideradas y evaluadas. Entre estas, está Dana, sérum, barista, teletrabajar e, incluso, espóiler, que, según la RAE, es una adaptación documentada y válida para el anglicismo spoiler, usado con el sentido de “revelación de detalles de la trama de una obra de ficción”.De acuerdo con el observatorio de las palabras de Academia, hay expresiones que no aparecen oficialmente en el diccionario, hasta ahora, que generan dudas y por eso son evaluadas para hacer parte. Muchas de estas son algunos neologismos recientes, extranjerismos, tecnicismos o regionalismos.En esta actualización aparecen novedades sobre ciencia, tecnología, también medioambiente, deporte, música, gastronomía y más.Por ejemplo, sérum ahora está definido en el diccionario como un líquido más o menos denso, de efecto reparador, revitalizador, hidratante, etc., usado como cosmético.En el caso de la incorporación de la palabra barista, se refiere a la persona experta en la preparación y presentación del café u otras bebidas elaboradas con el mismo. También lo explica como la persona que tiene o atiende un bar o una cafetería.La palabra del díaEste martes, 10 de diciembre, la RAE escogió como palabra del día: civilización.La define como el conjunto de costumbres, saberes y artes propio de una sociedad humana. Sus sinónimos o afines son: cultura, mundo, también se considera como progreso, adelanto o perfección.La importancia del diccionario de la lengua españolaEs el resultado de la colaboración de todas las academias, “cuyo propósito es recoger el léxico general utilizado en España y en los países hispánicos”. Fue y está hecho, fundamentalmente, para hablantes cuya lengua materna sea el español, “quienes encontrarán en este recursos suficientes para descifrar textos escritos y orales”.
En el español, la denominación correcta del dígrafo "ll" ha generado dudas y confusión, especialmente en contextos donde se busca precisión lingüística.Según la Real Academia Española (RAE), el término correcto para referirse a este dígrafo es "elle". Aunque fue considerada una letra independiente del abecedario español desde 1803, en 2010 dejó de ocupar un lugar propio en el abecedario y se integró al orden alfabético general, manteniendo, sin embargo, su identidad como dígrafo indivisible.La expresión "doble ele", aunque común en el habla coloquial, no es la forma adecuada para referirse a este dígrafo. Su uso probablemente surge de la interpretación gráfica de "ll" como dos letras "l".¿Se dice doble ele o elle?Sin embargo, la RAE enfatiza que los dígrafos como "ll" y "ch" funcionan como unidades gráficas únicas que no deben dividirse ni confundirse con letras repetidas. Por ello, la denominación correcta, "elle", es fundamental para diferenciarlo de la "l" simple, tanto en el nombre como en su función dentro de las palabras.El dígrafo "ll" tiene una rica historia en el español. Originalmente, representaba el sonido lateral palatal sonoro "ie", aún presente en regiones donde se practica el lleísmo, como ciertas zonas rurales de Bolivia, Paraguay y los Andes.Sin embargo, en la mayoría de los países hispanohablantes, el yeísmo, fenómeno en el que la "ll" y la "y" se pronuncian como el mismo sonido, ha prevalecido. Este cambio fonético ha contribuido a que muchas personas perciban a la "ll" y la "y" como intercambiables, lo que podría explicar parte de la falta de claridad sobre su denominación correcta.A pesar de estos cambios en la pronunciación, el nombre "elle" permanece como un distintivo que reconoce la singularidad de este dígrafo en la lengua española. Además, utilizarlo correctamente es una forma de preservar la riqueza lingüística del idioma y de respetar las normas académicas que rigen su uso.Aunque "doble ele" puede ser entendible en contextos informales, el término correcto para referirse al dígrafo "ll" es "elle", tal como lo establece la RAE. Este reconocimiento no solo refuerza la precisión en el uso del idioma, sino que también valora la tradición y evolución del español, reflejando la importancia de cada elemento gráfico y fonético en su estructura.
En la cotidianidad, las personas suelen usar entre 300 y 500 palabras en conversaciones diarias, dependiendo de factores como el nivel educativo. Algunas palabras, con el tiempo, se vuelven desusadas. Esto no las hace incorrectas, sino menos comunes, aunque podrían reaparecer si el uso colectivo las trae de vuelta.Un claro ejemplo es la relación entre "escampar" y "descampar". Estos términos son la diferencia entre una palabra vigente y otra en desuso. Según la RAE, “escampar” significa “dejar de llover” y es un verbo intransitivo impersonal, lo que implica que no requiere un sujeto ni un objeto específicos. Esta palabra está presente en ocho países de América: Nicaragua, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Venezuela y Ecuador. Además, en el Diccionario de Americanismos, se le atribuye el significado adicional de “guarecerse de la lluvia”.¿Cómo se dice escampar o descampar?Las palabras desusadas como "descampar" también ponen en evidencia cómo ciertos términos desaparecen no porque sean menos precisos o útiles, sino porque son reemplazados por otros más populares. En el caso de "escampar", su presencia en diversos países de América Latina y su significado claro han garantizado su permanencia, mientras que "descampar" se ha visto relegado a un papel secundario.Aun así, existe la posibilidad de que términos en desuso vuelvan a ganar relevancia, ya sea por su reintroducción en contextos literarios, académicos o culturales. La propia RAE, al interactuar con los hablantes a través de plataformas como X (antes Twitter), reconoce la importancia de escuchar a la comunidad para documentar cambios y mantener vivo el idioma.A través de su departamento de consultas lingüísticas, ‘Español al Día’, ha señalado que no puede determinar con exactitud la conjugación o el uso de verbos desusados. Sin embargo, reconoce que una palabra catalogada como tal podría volver a integrarse en el lenguaje activo si los hablantes la retoman de manera natural.El caso de estas palabras subraya cómo el idioma refleja la historia, las costumbres y la interacción social, siempre en movimiento.La evolución del lenguaje es un proceso natural y constante, pero constantemente despierta preguntas sobre qué palabras son consideradas "correctas" o "incorrectas". Sin embargo, este enfoque puede ser problemático, especialmente en casos como el de los verbos "escampar" y "descampar", donde uno se mantiene vigente y el otro ha caído en desuso.En términos lingüísticos, el desuso no implica error. Según la Real Academia Española (RAE), el hecho de que una palabra sea menos común no la convierte en incorrecta, sino que refleja una transformación en las necesidades comunicativas de los hablantes.Por ejemplo, aunque "descampar" está registrado en el Diccionario de la Lengua Española (DLE) como sinónimo de "escampar", su uso es poco frecuente, lo que llevó a catalogarlo como un término "poco usado". Esto no significa que quienes lo utilicen estén empleando un término erróneo, sino que están utilizando una palabra que ha perdido vigencia en el habla cotidiana.¿Qué son las palabras desuso?Las palabras en desuso son términos que, aunque alguna vez fueron comunes o ampliamente utilizados, han perdido popularidad con el tiempo y ya no forman parte del habla cotidiana de la mayoría de los hablantes. Esto no significa que sean incorrectas o carezcan de significado, sino que han quedado relegadas debido a cambios culturales, sociales o lingüísticos.El debate sobre qué es correcto o incorrecto está influido por factores como la educación, el contexto geográfico y los prejuicios lingüísticos. Muchas veces, los hablantes tienden a descalificar expresiones consideradas antiguas o regionales, sin comprender que estas forman parte del patrimonio lingüístico del idioma.
En la era previa a las redes sociales, los mensajes de texto eran un bien limitado y costoso, lo que obligaba a prescindir de expresiones como el "Reírse por chat". Las tarjetas de prepago en los teléfonos móviles nos obligaban a ser concisos: cada carácter tenía un precio, lo que limitaba las florituras y expresiones innecesarias.Sin embargo, la llegada de plataformas como Windows Live Messenger y Fotolog cambió nuestra forma de comunicarnos. Por primera vez, las palabras no estaban restringidas por costos, y empezamos a emplear expresiones como "jajaja" o "XD" para transmitir emociones, especialmente la risa. Pero ¿estas expresiones están siendo usadas correctamente?Recientemente, la Real Academia Española (RAE) aclaró que, según las normas del español, la forma correcta de escribir la risa no es el clásico "jajaja" ni tampoco la variante anglosajona "hahaha". En su lugar, la institución establece que la representación adecuada es "ja, ja, ja", separando cada expresión con comas. Este anuncio, realizado a través de sus redes sociales, causó asombro entre los usuarios, quienes se preguntaban el motivo de este cambio en algo aparentemente trivial.La explicación de la RAE se basa en las reglas de acentuación del español. Cuando escribimos "jajaja" como una única palabra, esta se convierte en una palabra llana que, técnicamente, debería llevar tilde si terminara en vocal, "n" o "s".Para evitar confusiones gramaticales y ortográficas, la RAE propone separar cada segmento con comas, transformándolo en una serie de expresiones individuales: "ja, ja, ja". Además, esto permite mayor flexibilidad al representar distintos tipos de risas.Por ejemplo, si deseamos transmitir una risa irónica, deberíamos escribir "je, je, je". Para una risa tímida o contenida, "ji, ji, ji" sería la opción más adecuada. Una risa malvada se escribe como "jo, jo, jo", mientras que la risa sarcástica se representa con "ju, ju, ju". Estas alternativas demuestran que el idioma español es rico y preciso, permitiendo matices que otros idiomas no siempre ofrecen.El debate generado en redes sociales tras la aclaración de la RAE pone en evidencia la importancia de la lengua como reflejo de nuestras emociones y hábitos culturales. Aunque la mayoría de nosotros hemos adoptado formas más rápidas y coloquiales para reírnos en texto, como "jajaja", es interesante notar cómo el lenguaje evoluciona y se adapta a las nuevas tecnologías.La llegada de plataformas como WhatsApp ha popularizado aún más estas onomatopeyas, pero también ha generado preguntas sobre cómo deben usarse en contextos formales o escritos. ¿Deberíamos cambiar nuestros hábitos lingüísticos para alinearnos con las normas?La respuesta dependerá de cada situación: mientras que en un mensaje informal "jajaja" es perfectamente aceptable, en un texto académico o literario probablemente sería mejor utilizar "ja, ja, ja".La aclaración de la RAE no solo nos recuerda la riqueza de nuestro idioma, sino también su capacidad para adaptarse a las necesidades modernas. La próxima vez que escriba "jajaja", quizás se detenga un momento para considerar si prefiere seguir las normas o mantener la espontaneidad. Al fin y al cabo, lo más importante es que el mensaje llegue con la emoción que queremos transmitir: la risa.
Los hablantes de español sobrepasan en 2024, por primera vez en la historia, la cifra de 600 millones, sumando aquellos con dominio nativo (casi 500 millones), las que tienen competencia limitada (cerca de 78) y los estudiantes (más de 24).La XXV edición del anuario del Instituto Cervantes 'El español en el mundo 2024', presentada este miércoles en Madrid por el director de esta institución española, Luis García Montero, constata que el español consolida su influencia en el cine, la música y los videojuegos.Según el anuario, la comunidad de hispanohablantes con dominio nativo de la lengua roza los 500 millones (498.497.757), de los que unos 100 millones (99.080.295) son hablantes de español fuera de países hispánicos, principalmente por su trasfondo migratorio.El anuario constata una subida de los estudiantes de español con 24 millones, que se concentran básicamente en Estados Unidos, Unión Europea y Brasil.El consumo de música en español sube un 3,8 %En 2023, una cuarta parte de las canciones en las listas de éxito de portales como You Tube o Spotify utilizaba el español. Un año en que el consumo de música en inglés cae un 3,8 %, lo mismo que sube en español.La música urbana latina ha generado una suerte de lengua franca y conforma una unidad panlatina de artistas.Según el informe, el español se mantiene como la segunda lengua materna del planeta, detrás del chino mandarín, y se refuerza como una de las opciones principales para usuarios de plataformas como Spotify o Netflix, además de consumidores de videojuegos.El español es la segunda lengua con mayor producción cinematográfica y también de series de ficción, detrás del inglés. En el caso del cine, el tercero sería el hindú y en series, el coreano.Si un videojuego está desarrollado en español de forma total, sus ventas aumentan casi el triple en países hispanohablantes.Un 7 % de los libros que se editan en el mundo están en español, lo que convierte a esta lengua en la sexta con mayor producción editorial.El peso de la lengua española en la traducción muestra un alto valor y se encuentra en el sexto lugar mundial de idioma traducido a otro en literatura, pero España es el tercer país que más traduce.Sin embargo, entre los 50 autores más traducidos a escala mundial tan solo aparece un escritor hispanohablante: Gabriel García Márquez, en el puesto 49 con 1.382 traducciones (Agatha Christie ocupa el primer lugar, con 7.236).En los países hispanohablantes, la proporción de hablantes con dominio nativo de español es del 93,63 % de la población.Solo Paraguay, Guatemala, Bolivia y Guinea Ecuatorial tienen una proporción de nativos en español inferior al 85 %.No obstante, Ecuador, Venezuela y Guatemala son los países hispanohablantes con los registros más bajos en dominio del español entre su población indígena, con más de un 20 % de personas que no lo hablan.