por el otro, la justicia.
“El señor es compasivo y misericordioso lento para enojarse y lleno de amor inagotable, no nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojada con nosotros; no nos castiga por todos nuestros pecados, pues su amor hacia los que le temen es tan inmenso como la altura del cielo sobre la tierra”, citó Corson con respecto a la gracia de Dios.
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Pero no podemos separar las dos verdades de Dios, también está la justicia y con respecto a ella, por ejemplo, Deuteronomio 10-17 dice lo siguiente:
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“Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas porque es justo”.