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Según reportó The New York Post, la protagonista de esta historia es Kayla Blake, una mujer de 33 años que decidió hacer dos llamadas alertando de una bomba al trabajo de su novio. Sin embargo, todo se trataba de una falsa alarma, ya que su única intensión era provocar que todos los empleados salieran antes y poder compartir más tiempo junto a su pareja.
La situación se presentó en Pittsfield, en el estado de Maine, Estados Unidos, donde está ubicada la empresa de productos médicos en la que trabaja el novio de Kayla. La oficina fue evacuada bajo los protocolos de emergencia ante este tipo de anuncios.
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La alerta que reportó Kayla, especificaba que el artefacto explosivo había sido dejado en las inmediaciones de la organización, lo que generó la reacción de las autoridades.
Al percatarse del engaño, las llamadas fueron rastreadas hasta el hogar de la mujer, quien fue detenida bajo la fianza de $1.500 dólares.
Lo cierto es que su "broma de amor" le podría costar mucho más, ya que llegaría a pasar un tiempo más extenso en prisión, pues podría enfrentar cargos federales bajo el delito de terrorismo.
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