de nuestros hijos.
-Propicie espacios donde los niños puedan desarrollar todos sus potenciales de manera integral. Que puedan aprender habilidades que les sirva para la vida, para conocerse a sí mismos, ser autónomos y donde les enseñen a asumir la responsabilidad por su felicidad.
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-El involucramiento activo de los padres en la educación y la crianza es fundamental, por este motivo, el jardín debe tener siempre las puertas abiertas para ellos.
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-El jardín tiene que ser un espacio seguro en el momento de dejar a nuestros hijos: nos debe generar confianza sus instalaciones y las personas que van a cuidarlos.
Evitar jardines que:
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-No respeten el desarrollo y la etapa madurativa de los niños.
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-No permiten unos procesos de adaptación inicial donde los padres estén vinculados activamente.
-Tengan grupos grandes mayores de 15 niños ya que en esta edad se necesita una ayuda personalizada.
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Estas y otras recomendaciones de distintos especialistas escúchelas aquí.