Decenas de personas comenzaron a denunciar que en la Zona T, en Bogotá, han sido robadas saliendo de restaurantes y bares.
Según las denuncias, un grupo de entre 6 y 8 venezolanos se acerca a las personas, ofrecen manillas y les echan escopolamina a sus víctimas.
Vigilantes de la zona confirmaron las versiones de quienes se han visto afectadas. Incluso, aseguran que ya hay denuncias ante la Policía, pero tampoco se han tomado medidas.
"Son venezolanos, sabemos quiénes son, acá se le informa a toda la Policía de los cuadrantes, pero ellos no hacen nada, yo les digo, mire estos están molestando a la gente, son entre seis y ocho, hay harto somos, pero los cuadrantes no hacen nada", dijo un vigilante.
Los testigos e incluso trabajadores de la zona denuncian que, a pesar de los insistentes llamados a la Policía, estos no han tomado medidas, porque si no los sorprenden cometiendo el robo, no pueden capturarlos.
"Eso llevan por acá tiempo, nosotros si los veíamos, pero nosotros a la Policía y decían que desde que no estuvieran haciendo nada malo no podrían hacerle nada, y resulta y pasa que 2 o 3 se nos vienen encima a la seguridad", dijo otro habitante de la zona.
Los días en que operan, según los testigos, son entre jueves y sábado, días de mayor afluencia en la zona. Primero se cerca un joven en patines y un brazo fracturado, ofrece la manilla y ante una posible negativa de la persona, llegan otros cinco jóvenes para abordar y posteriormente robarla.
En entrevista con BLU Radio, el comandante de la Policía de Chapinero, coronel Wilson Preciado, dijo que sí han atendido casos, pero nunguno confirma las denuncias ciudadanas.
“Ya atendimos a una mujer alterada, dijo que se puso una manilla y se sintió mal, el cuadrante acude rápidamente al lugar e individualizamos a dos personas de nacionalidad venezolana y no se les encontró nada”, explicó.
Dijo que la manilla fue objeto de una inspección y no se le encontró ninguna sustancia extraña, por lo que hasta el momento no hay denuncias oficiales.
En todo caso, son varios los testimonios de personas que habrían sido víctimas de hurtos con escopolamina, pese a que las autoridades no han recibido denuncias formales.
Las personas que transitan e incluso viven por esa zona en Bogotá piden mayor rigurosidad por parte de la Policía, pues dicen que no se puede seguir incrementando la inseguridad en Bogotá.
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