Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

No me arrepiento, amo lo que hago y quiero morir siendo reportera: Jineth Bedoya

La periodista colombiana Jineth Bedoya Lima, quien lleva más de 20 años cubriendo el conflicto armado y ha sido víctima de la violencia, en especial...

43763_Jineth Bedoya / Foto: Blu Radio
Jineth Bedoya / Foto: Blu Radio
Jineth Bedoya / Foto: Blu Radio

La periodista colombiana Jineth Bedoya Lima, quien lleva más de 20 años cubriendo el conflicto armado y ha sido víctima de la violencia, en especial sexual, pasó por los micrófonos de Mesa Blu para narrar el secuestro, la tortura y el abuso al que fue sometida hace 15 años, y el por qué encontró refugio en la reportería de la que sostiene morirá ejerciéndola.

 

“Me volví una persona desconfiada, me alejé de todo el mundo. Tenía una relación muy bonita con alguien pero decidí alejarme, no quería nada. Yo perdí algo que era parte de Jineth y decidí renunciar a eso y refugiarme cien por ciento en el periodismo. No me arrepiento, amo lo que hago y quiero morir siendo reportera, pero es difícil porque se tienen que sacrificar muchas cosas de lo que uno es para seguir viviendo”, manifestó.

 

Publicidad

Jineth recordó aquel 25 de mayo del año 2000 en que su vida cambió. Era reportera del diario El Espectador, estaba haciendo una investigación sobre el tráfico de armas en Colombia, que ya llevaba 18 meses, y estaba encontrando cómo se distribuían las armas a los grupos armados ilegales, sin saber que detrás de esa gran red, como ella comenta, habían integrantes de la fuerza pública quienes “ante las cámaras decían que combatían a los paramilitares ya la guerrilla pero por debajo de cuerda les vendían esas armas a ellos”.

 

Publicidad

El 25 de mayo del año 2000 fue a hacer una entrevista a un jefe paramilitar en la cárcel Modelo en Bogotá, donde la secuestraron. Narra que iba acompañada de Jorge Cardona, editor general de El Espectador y en un instante en que él se separó de su lado para buscar al camarógrafo, una mujer se le acercó fumando y le echó escopolamina. Luego un hombre se le acercó amenazándola con un arma, le vendaron los ojos, la amarraron y la subieron a un vehículo. Casi 24 horas después un taxista la encontró tirada en una carretera en Puerto López, Meta, quien la recogió y la llevó a un puesto de policía.

 

“En estos días he estado más fuerte porque siento el cariño de la gente pero es difícil. Ellos me amenazaban con sacarme los ojos y siempre tengo la imagen de una especie de destornillador muy cerca de los ojos. Y hace muy poco tiempo por un recuerdo que tuve descubrí que era una broca. Me mordieron el cuerpo, tengo algunas cicatrices, me cortaron el cuello”, etcétera.

 

Publicidad

Su caso se encuentra en la impunidad, como ella asegura, pues quince años después y pese a varios testimonios en la Fiscalía, solamente hay tres paramilitares vinculados como autores materiales pero ninguno ha llegado  juicio. Se espera que en la próxima semana empiece el juicio contra uno de ellos, conocido como alias ‘El Panadero’.

 

Publicidad

Bedoya sostuvo que aunque actualmente no ha terminado de superar aquel suceso, decidió seguir con su profesión porque “sentía un compromiso de poder visibilizar, la única forma de hacerlo era seguir siendo reportera. Además lo que a mí me pasó, me pasó en medio de la guerra”.

  • Publicidad