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La tan polémica reunión ordinaria de la Junta Directiva del Metro de Medellín terminó sin que se pidiera relevar del cargo al actual gerente de la compañía, Tomás Elejalde.
A pesar de la tensión previa, el Metro explicó que la reunión se dio en medio de un “ambiente armónico, respetuoso y propositivo”.
A través de un comunicado, la empresa de transporte masivo contó que ante la actual vigilancia preventiva de la junta por parte de la Procuraduría General de la Nación, el ente de control estuvo presente durante la reunión para vigilar que el actuar y las decisiones tomadas bajo los preceptos normativos, teniendo en cuenta las recusaciones y posibles conflictos de interés de algunos de los integrantes de la Junta.
Precisamente, argumentando las recusaciones en su contra, el alcalde encargado de Medellín, Óscar Hurtado, y su secretario de Planeación se retiraron de la reunión y decidieron no participar.
Finalmente se abordaron los temas acordes con la situación financiera de la Empresa al cierre del año, el tratamiento de la deuda con la nación para la construcción de las líneas A y B, el Fondo de Estabilización Tarifario (FET) para la operación de los buses, los avances y retos del proyecto Metro de la 80, la operación del Metro de Quito y la finalización de la modernización de los 42 trenes originales (modelo 1993).
Con esto, si existe aún una intención de cambio de la gerencia del Metro, ya será evaluada después de que se posesionen el alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia, Federico Gutiérrez y Andrés Julián Rendón, respectivamente.
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