Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Alfonso de Jesús Bedoya Londoño, un joven de 21 años, fue asesinado y presentado como guerrillero por militares de la Décimo Séptima Brigada del Ejército el 2 de septiembre de 2007 en Carepa, Antioquia. Por el hecho, el Consejo de Estado condenó a la nación.
Bedoya, que tenía problemas de movilidad, trabajaba como agricultor y aserrador. Justamente, de acuerdo con el relato de la familia, él salió ese día de su casa luego de que, por medio de una llamada, solicitaron sus servicios.
Dos días después se enteraron que estaba muerto, dado de baja en combates que sostuvo contra el Ejército. Cuando los mismos uniformados hicieron el levantamiento del cadáver, supuestamente encontraron un fusil de tipo AK-47 junto al cuerpo del fallecido.
“Alfonso Bedoya Londoño era un civil desarmado que fue ejecutado a mansalva. Las inconsistencias entre las declaraciones de los implicados permiten a la sala inferir con certeza que el combate jamás sucedió. Solo fue un recurso narrativo para justificar la barbarie”, se lee en el fallo del Consejo de Estado con el que, 15 años más tarde, se confirmó que todo fue un montaje.
Tras los daños morales y materiales que generaron en la familia su ejecución extrajudicial, la nación les deberá pagar una multa millonaria. Como este caso, según datos de la JEP, en Antioquia, hubo 1.613 falsos positivos entre 2002 y 2008.
Escuche el podcast BLU 4.0:
Únase a nuestro canal de Whatsapp y manténgase al tanto de los hechos más relevantes.
✔️ Síganos en Google Noticias con toda la información de Colombia y el mundo.