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Es tensa la situación actual en la sede de la Universidad Nacional en Medellín. Desde hace 11 días, cerca de 50 personas permanecen en un campamento en las instalaciones del campus a raíz del paro estudiantil y exigiéndole a las directivas de la sede, entre otras, que se refuerce la seguridad a los alrededores de la institución, que no se persiga a los vendedores e incluso dinero para viajar a la asamblea nacional de estudiantes.
Frente a esto, las directivas de la universidad rechazaron que se hayan bloqueado las oficinas del campus y decidieron restringir el ingreso a las instalaciones hasta que haya condiciones de seguridad, pues en los campamentos también hay estudiantes de otras universidades.
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“La inminente intención de ocupación no autorizada pondría en riesgo la integridad de la comunidad universitaria y los bienes fiscales que conforman a la universidad. No cuentan con las condiciones mínimas para garantizar la salubridad ni la seguridad de los ocupantes”, dijo el director académico de la sede Medellín, Juan Carlos Ochoa.
Los estudiantes aseguran que por ahora el campamento se mantendrá hasta que en una asamblea se defina qué pasará con el pliego de peticiones.
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