BLU Radio conoció que por problemas con la marcación de las bóvedas, la JEP sufre retrasos en su proceso de búsqueda de posibles desaparecidos enterrados en el Jardín Cementerio Universal, de Medellín.
Las dificultades han sido identificadas por los fiscales y funcionarios de la Unidad de Investigación y Acusación de la Justicia Especial para la Paz, que vienen adelantando los procesos previos para hacer una intervención de exhumaciones en este campo santo donde habrían enterradas víctimas del conflicto armado colombiano.
Si bien este proceso debería ir en una fase final para comenzar las exhumaciones, apenas se avanza en la primera fase a causa de las dificultades como la marcación de las bóvedas y lápidas, donde fueron enterrados cuerpos de “NN”.
Al parecer, el cementerio ha tenido cinco administradores y cada uno tuvo metodologías distintas para la llamada “bovedización”, pues algunos hacían registros con números, otros alfa-numéricos y otros solo con letras, incluso, en zonas donde también se enterraron a personas con ritos normales.
William Hernández, fiscal de la territorial Medellín de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, reveló en BLU Radio que estas situaciones han dificultado el proceso.
"Todo eso fue en zonas localizadas del cementerio, pero como no hay una unificación en el criterio de bovedización, cuando se llegan a hacer los estudios hay que empezar a identificar cómo lo hacía éste y como lo hacía el otro", explicó.
Según el fiscal, ya se debería estar en la proyección de la intervención, tener las zonas definidas y hacer las exhumaciones, pero solo se va en el 60% de la documentación que significa que no se ha pasado de la fase 1 de este proceso en el Jardín Cementerio Universal de Medellín, donde se estima, por organizaciones de derechos humanos, que habría más de 900 restos de posibles víctimas de desaparición forzada y falsos positivos.
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