La Defensoría del Pueblo denunció que fue objeto de una amenaza explícita en su sede ubicada en la ciudad de Buenaventura por cuenta de una bala que fue arrojada al interior de la sede una vez finalizada la jornada laboral este viernes.
El defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, dijo que el hecho representa la segunda amenaza en Buenaventura contra la entidad.
Esta acción se presenta una semana después del secuestro de Iber Angulo Zamora, luego de que disidentes de las Farc interceptaran una misión humanitaria en medio del río Naya, donde se transportaban.
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Negret rechazó los actos de violencia: “ambos hechos, además de constituir una afrenta a la vida e integridad de los funcionarios de la Defensoría del Pueblo, son graves e inadmisibles infracciones al Derecho Internacional Humanitario, que deben ser rechazadas enérgicamente por todas las autoridades estatales, la comunidad internacional y la sociedad en general”.
El defensor agregó que confía en que se adelantarán todas las acciones para el esclarecimiento de estos hechos, así como para la prevención de futuras agresiones e intimidaciones contra esta institución nacional de Derechos Humanos.
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