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En alerta roja se encuentra el municipio de Guáimaro, en Salamina, Magdalena, luego de que la corriente del río Magdalena arrasara con varios metros de la carretera y amenaza con meterse al patio de las viviendas cercanas.
En total son más de 4.000 habitantes que se encuentran en riesgo inminente, pues el río dejó una nueva grieta. Líderes y habitantes del corregimiento lanzaron un S.O.S. y piden intervención inmediata del Gobierno Nacional y departamental.
“Estamos frente a una amenaza latente para nuestro corregimiento, nuestras casas y nuestras familias. Muchas familias se han mudado porque estaban a la espera que el río se metiera en cualquier momento”, manifestó Wilfran Castro, residente de Guáimaro, Magdalena.
Los habitantes claman por una intervención real, teniendo en cuenta que hace más de dos años se ejecuta una obra que supera los 29.000 millones de pesos, sin embargo, el río continúa llevándose la orilla y está a menos de dos metros de los patios de las viviendas.
¿Obras que no dan solución?
El alcalde de Salamina, Luis Ramón Orozco, aseguró que, pese a que el Gobierno Nacional realizó unas obras que superan el 90% de ejecución, todavía se está a la espera de la segunda fase, porque en la actualidad, dichas obras no han solucionado la problemática ni el peligro.
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“Esta es una ejecución directa del Gobierno Nacional, sin embargo, ante el riesgo de los últimos meses, la alcaldía tuvo que adelantar compra de predios de los habitantes e, incluso, conseguir maquinarias que permitieran mitigar el peligro”, manifestó el alcalde municipal.
El municipio y sus habitantes reclaman la presencia institucional del gobernador Carlos Caicedo y de la oficina de Gestión del Riesgo, precisamente por el peligro y la amenaza latente del corregimiento de Guáimaro.
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