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Carnavales de blancos y negros: en Pasto, nariñenses pidieron la paz con el canto a la Tierra

Niños, niñas, jóvenes, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad, realizaron un reconocimiento a la pacha mama.

Este martes 3 de enero, en el marco del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, el día fue dedicado al Canto a la Tierra con el acostumbrado desfile de los colectivos coreográficos que, contrario a otras fechas, se hizo no en la senda del carnaval sino en el estadio Libertad, cumpliendo todas las medidas de bioseguridad y distanciamiento social

El escenario deportivo se cubrió de trajes coloridos, cantos y bailes de 25 colectivos coreográficos en desarrollo del segundo día de la programación de los carnavales de negros y blancos.

Durante su presentación ante los habitantes de Pasto y turistas, centenares de danzantes de todas las edades exhibieron los atuendos, mostraron su coordinación e interpretaron con mucha actitud los ritmos andinos y populares, que son propios de la región.

Hoy fue un día especial, no solo para el reencuentro entre danzantes, sino de familias completas que desde que comenzó la pandemia no se reunían y esta fue la mejor excusa guardando la distancia para apreciar la creatividad de los artistas nariñenses que al ritmo de son popular pusieron a bailar a propios y visitantes.

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Esta tradición del 3 enero siempre ha estado enmarcada en el baile autóctono de los colectivos coreográficos que recorren la senda del carnaval de más de siete kilómetros, pero en esta ocasión y con motivo de la pandemia, no solo se prohibió su recorrido, sino que también el número de participantes se limitó para evitar nuevos contagios de COVID-19.

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Desde tempranas horas y previa inscripción miles de habitantes y turistas, las personas se dieron cita en las graderías del estadio Libertad a la espera de los danzantes que fueron desfilando uno a uno con la alegría que siempre los caracteriza, ya que desde hace dos años este desfile estaba prohibido por culpa de la pandemia.

Niños, niñas, jóvenes, adolescentes, adultos y hasta personas de la tercera edad, hicieron de este un gran día en reconocimiento a la pacha mama e invitaron a toda la comunidad a preservar los recursos naturales y acatar las medidas de bioseguridad pues están convencidos que en el 2023 el reencuentro será total.

Pasto, reconocida como la capital más auténtica en donde cada comienzo de año se presenta una manifestación e integración social, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, nos muestra como las quenas, zampoñas, tambores, redoblantes instrumentos tradicionales del sur occidente del país marcaron el paso de un carnaval atípico que en tiempos de pandemia cumple con todas las medidas de bioseguridad.

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