Las amenazas a través de panfletos por parte del Clan del Golfo tienen atemorizados a los transportadores fluviales de Buenaventura. Algunos, en los últimos días, han decidido suspender sus actividades para evitar ser víctimas de ataques, mientras que varios turistas han tenido que quedarse durante más tiempo en las diferentes playas, pues no pudieron ser recogidos para retornar al casco urbano.
"Muchos de nuestros capitanes y motoristas, en especial de las lanchas, decidieron no viajar por el anuncio del panfleto del Clan del Golfo en el que se manifestaba ese paro armado. Por supuesto eso generó mucho temor, pues para nadie es un secreto que esta estructura armada tiene el poder de hacer daño", contó a BLU Radio, Javier Torres, presidente de la Asociación de Transportadores Marítimos del Pacífico.
Actualmente el punto más crítico al que también se canceló el transporte terrestre es el Bajo Calima, donde se encuentran integrantes de diferentes grupos armados enfrentándose por el control territorial.
"Allá tenemos una situación muy complicada e inclusive, mucha gente se ha desplazado hacia el casco urbano", agregó Torres.
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A esta problemática de inseguridad se suma la protesta del gremio de la pesca que rechaza el decreto 281 del Gobierno Nacional, que prohíbe esta actividad en el Pacífico, pues actualmente unas 50.000 familias en Buenaventura sobreviven gracias a ella de la mano del transporte fluvial.
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