Los últimos hechos de vandalismo que se registraron en Bucaramanga tras manifestaciones del paro nacional dejaron graves daños en la sede de la Nueva EPS ubicada en la carrera 25 con calle 17.
Vidrios partidos y destrozos al interior de las instalaciones donde se prestan servicios de salud de primero y segundo nivel, es el balance del ataque con piedras que realizaron encapuchados.
Jorge León Franco, director de la clínica Foscal que presta servicios en esa IPS, confirmó que trabajan a media marcha por los daños ocasionados.
“Fuimos víctimas de este atentado criminal, debido a ello están restringidos los servicios de consulta externa, medicina interna, ginecología, cardiología, farmacia y otros de primera y segunda atención que es inmediata por el COVID-19”, confirmó León Franco.
Mientras son reparados los daños, cerca de 20.000 usuarios estarán afectados en sus servicios de salud.