Se trata de tres predios abandonados que habrían sido adquiridos por el IDU desde mediados del año pasado para las obras de ampliación de la Avenida 9 hacia el norte de Bogotá, en el barrio San Antonio Segundo Sector, en la localidad de Usaquén.
De acuerdo con las denuncias ciudadanas de quienes residen en la zona, se está convirtiendo en el lugar preferido de ladrones y drogadictos que aprovechan de los espacios que están llenos de escombros para refugiarse y hacer sus fechorías.
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Vecinos dicen que los atracos han incrementado, pero el alto consumo de estupefacientes es el mayor dolor de cabeza.
Por la ampliación de la Avenida 9, el IDU compró varios predios, tres de los cuales son casas de dos pisos con terraza que fueron totalmente desvalijadas por delincuentes y actualmente están siendo usadas como ollas.
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“Nos han robado a quienes vivimos en el sector, se han intentado meter a otras casas. Lo hemos denunciado pero El IDU no ha demolido estos lugares que ellos compraron y por ende están siendo utilizados para cualquier tipo de delincuencia”, manifestó Camilo Rodríguez, residente del barrio.
El temor es que en cercanías hay colegios, alto comercio de pequeños empresarios, mezclado con la zona residencial que es la que más afectaciones ha reportado y los vecinos temen que esos lugares abandonados, se conviertan en escenarios de otros delitos más graves de los que se vienen presentando.
“Tememos que pueda pasar a cosas mayores como violaciones, asesinatos y por eso seguimos denunciando. Se metieron a un local que tenemos por la terraza y rompieron las tejas, se intentaron meter a la casa de unos vecinos rompiendo los vidrios creyendo que no había nadie y este tema sigue igual y no hemos recibido una solución”, añadió uno de los denunciantes.
Las obras de ampliación de la Avenida 9 empezarían hasta el mes de agosto.
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