La exposición de los niños a redes sociales y a influenciadores digitales comienza cada vez a una edad más temprana. Así lo explicó la psicóloga infantil Olga Lucía Yépez, invitada al programa Casa Blue, quien alertó sobre los riesgos que esto puede representar para el desarrollo emocional y la autoestima de los menores.
“Los niños están expuestos desde los dos años a redes, muchas veces por medio del contenido que comparten sus propios padres. Pero entre los cuatro y siete años ya empiezan incluso a crear contenido ellos mismos”, afirmó la experta.
Uno de los puntos críticos está en cómo las redes ofrecen gratificación inmediata a través de likes y comentarios. Esto, dice Yépez, afecta el desarrollo de funciones ejecutivas como el autocontrol, la planeación y la toma de decisiones. “Mientras el cerebro está en formación, los niños dependen más de la validación externa. Eso puede distorsionar la forma en que construyen su autoestima”.
Entre la presión social y el control en casa
Muchos padres enfrentan el dilema de entregar un celular a sus hijos por exigencias escolares, a pesar de no estar completamente de acuerdo. “Mi hija tiene 11 años y no tiene celular, pero en el colegio ya hay tareas que se deben entregar por links o desde una app”, comentó una oyente. Frente a esto, Yépez sugiere alternativas como compartir el teléfono de los padres para tareas específicas, y sobre todo, establecer acuerdos claros sobre el uso de dispositivos y redes.
“No se trata de prohibir, sino de construir acuerdos desde el respeto, con límites firmes. Y entre menos tiempo pasen en redes, mejor para su desarrollo”, indicó la psicóloga.
Influenciadores buenos... y no tanto
Para la experta, los influenciadores no son ni buenos ni malos, pero los padres sí deben guiar el tipo de contenido que consumen sus hijos. “Si un niño solo sigue personas que muestran lujos y vidas perfectas, eso termina afectando su percepción de la realidad. Pero hay creadores que inspiran, que enseñan, que muestran su humanidad. Esos pueden ser aliados”, dijo.
También recomendó que los padres estén al tanto de los influenciadores más populares entre los menores. “Conocer sus intereses y abrir diálogos críticos es clave. En lugar de juzgar, es mejor preguntar: ‘¿Tú qué opinas de este contenido?’”.
Autocuidado digital y comunicación constante
Finalmente, la psicóloga resaltó la importancia de educar a los niños sobre autocuidado digital, enseñándoles a identificar señales de alerta sin generar miedo. “No se trata de decirles ‘eso está mal’, sino de mostrarles cómo construir su identidad desde sus propios valores y habilidades, no desde la comparación constante”.
Para Yépez, el secreto está en el diálogo, la presencia activa de los adultos y una educación emocional sólida. “La tecnología no es el enemigo, pero sí necesita una guía adulta constante. Nuestro papel como padres no es solo controlar, sino acompañar y formar”.
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