El vino es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo al ser ideal para acompañar reuniones o cenas, incluso, algunos países lo adoptaron como parte de su alimentación para estar siempre presente en cualquier plato a consumir.
Sin embargo, muchas personas que desconocen de esta bebida terminan cometiendo errores al elegir el correcto en la comida. Por eso, según Catalina Rugeles de Sommelier de Pinta Negra, una empresa de este producto, el error más común es no verificar ante que tipo de sabores se probarán.
“Eso quiere decir que, por ejemplo, si voy a estar en el asado, vamos de atrás hacia adelante, en el asado, donde normalmente vamos a tener carne, carne de cerdo, carne de res, más vegetales asados, más chorizo, tal vez morcillas, todo esto va a tener sabores fuertes porque pues aparte de que esas carnes en sí pues son fuertes para, o impactan más el paladar por el tono graso, por ejemplo, o por los condimentos, también el sabor de humo que le va a aportar la parrilla”, dijo.
Ante eso, dijo que lo ideal será un vino tinto que suele caer bien ese tipo de sabores de humo al no ser tan fuerte y permiten que el paladar deguste mejor este tipo de carnes.
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“Si voy a tener carne, o si voy a tener un pescado como un salmón, pues ya podríamos jugar con un vino tinto. Entonces, ¿qué es lo importante? Saber qué es lo que voy a tener de comida, para más o menos, con sabores, definir si quiero un vino más fresco y ligero, pues un vino blanco. Si quiero un vino más contundente y que no vaya a ser tapado por el sabor de la comida, entonces voy a preferir un vino tinto”, puntualizó.
En ese orden de ideas, el error más común termina siendo el desconocimiento del producto a la hora de aportar en una comida, dependiendo su sabor.
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