El esloveno Tadej Pogacar se coronó este domingo en París como campeón del Tour de Francia 2025, sumando así su cuarto título en la 'Grande Boucle' (2020, 2021, 2024 y ahora 2025). Con esta victoria, igualó al británico Chris Froome y quedó a solo una conquista de los históricos Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Induráin, quienes suman cinco coronas.Aunque ya tenía asegurado el maillot amarillo desde días atrás, Pogacar no se guardó nada y peleó hasta el final por la etapa en la capital francesa, donde fue cuarto. El belga Wout van Aert (Visma-Lease a Bike) se llevó el triunfo del día, tras imponerse en solitario luego de un ataque en el último ascenso a Montmartre.Una última etapa con emoción y lluvia en ParísLa etapa de cierre volvió a la capital francesa tras un año de ausencia debido a los Juegos Olímpicos de París 2024. Esta vez, el recorrido incluyó tres pasos por el barrio de Montmartre, con una subida corta pero exigente de 1,1 kilómetros al 5,9 % de inclinación.La lluvia, que no dio tregua, obligó a los organizadores a neutralizar los tiempos a 50 kilómetros de la meta para evitar caídas. Sin embargo, eso no impidió que Pogacar intentara el doblete y que el público parisino disfrutara de una jornada festiva, con bailarinas del Moulin Rouge y hasta un pintor retratando al campeón en plena Rue Lepic.Un podio de lujo y más maillots para la vitrinaEn la clasificación general, Pogacar le sacó 4 minutos y 24 segundos al danés Jonas Vingegaard, su eterno rival. El alemán Florian Lipowitz (Red Bull-Bora) fue tercero y, además, se llevó el maillot blanco como mejor joven, siendo el primer alemán en el podio desde Andreas Klöden en 2006.El maillot verde de la regularidad fue para el italiano Jonathan Milan (Lidl-Trek), uno de los mejores velocistas del pelotón.A sus 26 años, Pogacar ya acumula 22 victorias de etapa en el Tour y sigue agrandando su leyenda. Con una sonrisa y los brazos en alto, cerró otra edición inolvidable, ya con la mirada puesta en alcanzar el olimpo de los cinco grandes campeones.
El ciclista australiano Kaden Groves (Alpecin-Deceuninck) se llevó este sábado una victoria inolvidable en la penúltima etapa del Tour de Francia 2025. Groves, especialista en los sprints y con amplia experiencia en grandes vueltas, supo aprovechar una jornada caótica marcada por la lluvia y una caída que cambió por completo el panorama.Cuando todo indicaba que Iván Romeo (Movistar) podía luchar por su primera victoria en el Tour, una curva mojada le jugó una mala pasada. El español se fue al suelo junto al francés Romain Gregoire a 21 kilómetros de la meta, justo cuando lideraban la escapada. Romeo se golpeó las costillas con un bordillo y quedó fuera de combate, abriéndole camino a Groves.Pogacar acaricia su cuarto Tour de FranciaMientras el australiano celebraba su primer triunfo en la ‘Grande Boucle’, el esloveno Tadej Pogacar entraba con tranquilidad al grupo de favoritos, siete minutos después. La general no sufrió modificaciones, y todo indica que Pogacar subirá este domingo al podio en París vestido de amarillo, consagrándose por cuarta vez campeón del Tour de Francia.La subida a Montmartre en la última jornada podría definir el triunfo de etapa, pero no se espera que altere las posiciones del podio.Tercer triunfo para el Alpecin-DeceuninckCon esta victoria, Groves suma la décima de su carrera en grandes vueltas y le entrega a su equipo, el Alpecin-Deceuninck, el tercer festejo en esta edición del Tour. Lo hizo sin la compañía de sus jefes de filas habituales, Jasper Philipsen y Mathieu van der Poel, quienes abandonaron la carrera días atrás.A sus 26 años, Groves demostró que también puede brillar en solitario, en una etapa que lo consagra como uno de los nombres propios de esta edición del Tour.
Menos de una semana después de su victoria en Superbagnères, el neerlandés Thymen Arensman (Ineos) se pellizcaba en la cima de La Plagne, bajo la intensa lluvia alpina, no se creía su segundo triunfo en el Tour en el año de su debut, además ante "los extraterrestres" Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard."No me doy cuenta de lo que acabo de hacer", fue lo primero que dijo Arensman en La Plagne, donde se convirtió en el sucesor de su compatriota Michael Boogerd, quien alzó los brazos en la misma cima hace 23 años."Estoy destrozado. No lo puedo creer. Ganar una etapa ya era increíble. Eso ocurrió desde la escapada, pero hoy lo conseguí contra los corredores de la general, los más fuertes del Tour. Parece un sueño. He ganado a dos extraterrestres", dijo emocionado.Arensman llegó al pie de La Plagne con su compañero Tobias Foss, pero luego el noruego cedió y dejó al neerlandés a solas con los grandes monstruos de la general."En la subida lo tenía todo bajo control y pensé que los favoritos iban a marcarse entre sí. Tadej y Jonas son prácticamente extraterrestres, los ciclistas más fuertes del pelotón. Y quiero vencerlos como un mortal. No puedo creer que lo haya logrado. Es una locura", concluyó.Humano contra extraterrestres "Se trata de Tadej y Jonas. Todo el mundo sabe que son los mejores del mundo, casi unos extraterrestres, y yo soy sólo un ser humano. Pero acabo de ganarles, es una locura", añadió.Luego de haberse escapado al inicio de la subida final, el escalador de 25 años no contó con más de medio minuto de margen, pero le resultó suficiente para no ser alcanzado en ningún momento por la dupla Pogacar-Vingegaard.¿Pero hubiera logrado esa victoria si Pogacar se hubiese mostrado más ambicioso? La misma pregunta fue formulada al esloveno en conferencia de prensa. "No lo sé, yo contaba los kilómetros para el final. Arensman iba fuerte, bravo por él. Yo imprimía un ritmo defensivo en el que estaba cómodo y que me permitía responder a un eventual ataque".Pogacar añadió que el protocolo del maillot amarillo le está haciendo mella, y que es difícil "estar concentrado y motivado cada día".Bajo una intensa lluvia, en una etapa que resultó menos emocionante de lo esperado, los dos hombres que se reparten las cinco últimas ediciones del Tour se vigilaron mutuamente en la subida a la estación de esquí alpina, antes de que el danés esprintase en los últimos metros previos a meta en busca de un honor más moral que práctico de cara a la general.Pogacar se mostró más conservador de lo que en él es habitual, o quizá con menos fuerzas de las que presentó en la primera mitad de la carrera. 'Pogi' se limitó a defender su ventaja, mientras que Vingegaard también pareció resignado a su segundo puesto en la general.
La decimonovena etapa del Tour de Francia, prevista para este viernes entre Albertville y La Plagne, tuvo que ser acortada y no pasó por el Col des Saisies, debido a un brote de dermatosis nodular contagiosa detectado en un rebaño de vacas.La medida, que podría implicar el sacrificio de los animales afectados, fue anunciada por los organizadores la noche del jueves."El descubrimiento de un brote de dermatosis nodular contagiosa en un rebaño situado en el Col des Saisies ha obligado a sacrificar a los animales", anunció ASO, la empresa organizadora del Tour."Ante la angustia de los ganaderos afectados y para preservar la serenidad de la carrera, se ha decidido, de acuerdo con las autoridades, modificar el recorrido de la 19ª etapa Albertville-La Plagne y no atravesar el Col des Saisies", agregó ASO.La etapa solo cubrió 95 kilómetros en lugar de los 129,9 km previstos inicialmente.La salida ficticia se mantuvo en Albertville, como estaba previsto, pero se retrasó alrededor de una hora. A continuación, la carrera retomó su recorrido original poco antes de Beaufort, en el kilómetro 52,4 de la ruta inicialmente prevista, precisó la organización.Ganador de esta recortada etapaEl neerlandés Thymen Arensman se impuso este viernes en la última etapa de montaña del Tour, con final en La Plagne, superando por apenas dos segundos a Jonas Vingegaard y a Tadej Pogacar, que sale de los Alpes con el cuarto título muy encarrilado.Fue el segundo triunfo parcial para Arensman en este Tour, después de haberse llevado otro final en alto, en Superbagnères en la 14ª etapa, en los Pirineos.Luego de haberse escapado al inicio de la subida final, el escalador de 25 años no fue alcanzado en ningún momento por la dupla Pogacar-Vingegaard.
El danés Jonas Vingegaard aceptó la derrota en el Tour de Francia y afirmó que el esloveno Tadej Pogacar lo merece porque "es el más fuerte"."Ha sido el más fuerte, merece ganar. Hay un momento en el que tienes que aceptarlo y lo acepto", aseguró el ciclista del Visma tras la última etapa de alta montaña.Vingegaard, que tiene casi cuatro minutos y medio de desventaja, dijo que en esta jornada, con meta en la cima de categoría especial de La Plagne, ya no intentó restar tiempo a Pogacar y que su único objetivo era sumar una victoria de etapa."Para ser honesto, lo que perseguía era la victoria de etapa. Desgraciadamente Thymen Arensman ha hecho un buen trabajo y ha merecido ganar, ha sido muy fuerte. En el final no intentaba recuperar tiempo sobre Tadej. Desgraciadamente no he podido ganar", señaló.Einer Rubio: "Teníamos que jugárnosla de salida"El colombiano Einer Rubio se mostró satisfecho de haber intentado ganar la decimonovena etapa del Tour de Francia con una escapada temprana que no pudo llevar hasta el final."Teníamos que jugárnosla de salida, hacer la primera subida muy rápido, pero no ha sido posible. Nos ha llegado el grupo de favoritos por detrás. Pero, bueno, lo hemos intentado y estoy satisfecho por ello", aseguró el corredor de Movistar.Rubio aseguró que la etapa de la víspera fue más dura, pero la de La Plagne tampoco fue fácil: "Pero estamos acostumbrados a guerrear"."Sabía que hoy sería una batalla, porque recortaron la etapa y sería muy explosiva. Todo el mundo se motiva y pasan estas cosas", agregó en alusión a la mutilación del recorrido final en 36 kilómetros y dos puertos por un brote de "dermatitis nodular contagiosa" que afectó al ganado en la zona del Col des Saisies y que obligó al sacrificio de los animales. Por cuestiones de seguridad, se acordó el desvío del recorrido.
El esloveno Tadej Pogacar consideró que tuvo "una buena jornada" en la que fue segundo y acrecentó su ventaja en la general y señaló que los ataques del Visma del danés Jonas Vingegaard "no sirvieron para nada".El corredor del UAE consideró que el Tour todavía no está ganado y advirtió de que queda la jornada de mañana, que auguró muy dura."Veremos qué pasa mañana, es otro día muy duro. Si la etapa es como la de hoy estoy más tranquilo porque el equipo ha estado muy fuerte. El Visma lo ha intentado todo, pero no les ha servido para nada, mis compañeros me han defendido bien, hemos estado muy cohesionados", señaló el campeón del mundo."Mañana correremos con el mismo planteamiento, buscando también sobrevivir, igual que hoy. Puede que busquemos la victoria en la etapa de los Campos Elíseos", afirmó.El esloveno indicó que no la buscó en la Loze, un puerto donde hace tres años sufrió mucho, porque se subió por una vertiente diferente a la de 2022, menos dura."La otra vertiente es más dura, me gustaría pronto poder afrontar una etapa por esa vertiente, entonces sí iré a buscar la victoria. Hoy era más fácil, aunque es dura, pero la otra es peor", comentó."Hoy era difícil sacar ventajas, pero estoy contento de seguir de amarillo y de haber sacado algo de renta, ha sido un buen día", dijo.
El esloveno Tadej Pogacar chocó sin gravedad con un coche del Visma, equipo de su rival Jonas Vingegaard, mientras se dirigía a la salida de la 17ª etapa del Tour de Francia, este jueves en Vif."Íbamos hacia la línea de salida en medio de coches, no había peligro por delante. Íbamos detrás del coche (de la formación Visma), quizá un poco demasiado cerca, y el conductor frenó de repente. No sé si lo que quería era controlar mis frenos", bromeó el maillot amarillo para la televisión británica antes de la salida."No vi por qué pegó el frenazo (...) pero todo va bien", tranquilizó el esloveno de 26 años, que pudo tomar sin problemas la salida de la etapa reina del Tour de Francia en los Alpes.En el programa: tres puertos de categoría especial, entre ellos el temible col de la Loze, donde Tadej Pogacar vivió uno de sus peores días como corredor, en 2023.Pogacar lidera la general con más de cuatro minutos sobre el danés del Visma Jonas Vingegaard.O'Connor gana en la Loze, Pogacar anula la estrategia del VismaEl australiano Ben O'Connor (Jayco AlUla) se impuso este jueves en solitario en una de las etapas reinas, con llegada en el puerto de la Loze, de categoría especial.En la pelea por la general, el maillot amarillo salió indemne, e incluso reforzado, de las maniobras del Visma de Jonas Vingegaard, al que se le agotan el tiempo y los kilómetros para un cada vez más improbable vuelco en la general.El colombiano del Movistar Einer Rubio fue adelantado a unos metros del final por Pogacar (2º en meta), que amplió su ventaja al frente de la general en otro puñado de segundos.Luego de haber dejado aislado a 'Pogi' en el col de la Madeleine -segundo puerto de categoría especial del día-, Jonas Vingegaard no tuvo fuerzas para sacar provecho de esa ventaja numérica, y vio cómo varios compañeros de 'Pogi' en el UAE, entre ellos el ecuatoriano Jhonatan Narváez, contactaban con el grupo principal.Finalmente el maillot amarillo demarró para sacar 9 segundos en meta al danés, al que saca 4 minutos y 26 segundos en la general.
El ciclista colombiano Santiago Buitrago dijo este miércoles a la AFP que se encuentra mermado físicamente en este Tour de Francia pero, después de haber sido tercero en la etapa del martes, espera "dar lo mejor" en las jornadas que quedan hasta la meta final del domingo."Quedan dos etapas en las que todavía se puede esperar algo y espero seguir sacándole el máximo a mi cuerpo. No estoy al 100 %, pero intento dar lo mejor", declaró el corredor del Bahrain en la salida de Bollène, antes de una 17ª etapa que conduce al pelotón hasta Valence.El Tour de Buitrago quedó muy condicionado en la etapa con final en Muro de Bretaña, la séptima de esta edición, el pasado 11 de julio. Allí se vio implicado en una fuerte caída cerca del final y cruzó la meta con el maillot rasgado y heridas visibles."No ha sido para nada el Tour que esperaba. Venía con otras ilusiones y otros objetivos. Después de la caída todo ha cambiado bastante", admitió.El martes, Buitrago (25 años) consiguió un meritorio tercer puesto en la 16ª etapa, con meta en alto en el Mont Ventoux, a solo 4 segundos del francés Valentin Paret-Peintre y del irlandés Ben Healy, primero y segundo del día respectivamente."Lo de ayer es simplemente eso, el querer sacar algo bueno después de todo", explicó Buitrago en su charla con la AFP.En la general empezó la 17ª etapa como 46º, a casi dos horas del líder Tadej Pogacar y a una hora y 50 minutos del podio, por lo que su objetivo en los días que quedan es dar alguna alegría a su equipo y a su país en las etapas de montaña.
Un hombre fue interceptado por un policía y por un miembro de la organización del Tour de Francia cuando buscaba cruzar en bicicleta la línea de meta de la 17ª etapa, justo antes de la llegada de los corredores este miércoles a Valence, según constataron fotógrafos de la AFP.El incidente, que no fue difundido por televisión, tuvo lugar apenas unos minutos antes del esprint final.El hombre, con casco negro y maillot del equipo francés Decathlon-AG2R La Mondiale, fue derribado sobre el asfalto de forma contundente.En las fotos de la AFP se puede reconocer también al hombre encargado de las llegadas, empleado de la empresa organizadora del Tour, ASO, quien había placado a un militante propalestimo en la meta de la 11ª etapa el pasado miércoles en Toulouse.Por el momento, ASO no ha emitido ningún comentario para explicar los hechos.Así terminó la etapa 17Sin el belga Tim Merlier o el eritreo Biniam Girmay, descartados tras una caída a 800 metros de meta, fue Jonathan Milan el que se llevó la victoria al esprint este miércoles en la 17ª etapa del Tour de Francia.El coloso italiano del Lidl-Trek, de 1,96 metros de altura, se embolsó 50 puntos que refuerzan su maillot verde y le despejan el camino para poder vestir en París el domingo la túnica que premia al corredor más regular en las llegadas y en los esprints intermedios.La lluvia, presente en los últimos 40 kilómetros de etapa con salida en Bollène, fue protagonista en el final en Valence, causando una caída en la que se vieron implicados varios hombres llamados al menos a obligar a un esfuerzo extra a Milan para llevarse su segunda victoria de etapa en este Tour.Aunque ninguno pareció haber sufrido daños que le impidan continuar la carrera, la llegada final perdió espectacularidad en tanto en cuanto dejó casi sin rivales a Milan.Al término de la etapa, el esloveno Tadej Pogacar conservó su holgado maillot amarillo en la víspera de la etapa reina en los Alpes.
Ante las acusaciones de arrogancia y los reproches por un dominio tan acentuado en el Tour de Francia, el maillot amarillo Tadej Pogacar aseguró este miércoles que su equipo no hace nada "para resultar arrogante", sino que trata simplemente de "hacer fácil la carrera"."La arrogancia es una cosa, tratar de ganar el Tour de Francia es otra", estimó el esloveno, cuyo equipo suma cinco triunfos de etapa y parte con todo a favor para conquistar el Tour.El martes se alzaron voces críticas, como la del director del TotalEnergies Jean-René Bernaudeau o del comentarista y exciclista Thomas Voeckler, que censuraron el comportamiento de Nils Politt, el compañero alemán de Pogacar, que reprendió a varios corredores que trataban de formar una escapada camino del Mont Ventoux.Un intento de intimidación finalmente infructuoso: unos kilómetros más adelante se formó una fuga de 34 corredores, de la que salió el vencedor de etapa, el francés Valentin Paret-Peintre."Muchos corredores pueden vernos como arrogantes, como ayer, cuando tratamos de calmar las cosas, porque somos el equipo que debe controlar cada kilómetro de esta carrera", afirma "Pogi".Las críticas arreciaron los últimos días luego de la exhibición de Pogacar en los Pirineos y la de su compañero Tim Wellens en Carcasona, victorioso después de una escapada, reprochando la voracidad de victorias de la formación emiratí."Tenemos que ver las cosas desde nuestra óptica, tratamos de no ser arrogantes, tratamos de hacer la carrera lo más fácil posible", añadió el triple ganador del Tour."Creo que algunos chicos deberían calmarse, en mi opinión, y puede parecer superarrogante decir eso, pero bueno...", concluyó.
Apenas restablecidos del calambre del Grand Bornand, el pelotón abandona el macizo del Jura para internarse en los Alpes, donde vivirá cuatro duras jornadas en dos tiempos.El primero comenzará con una etapa corta pero dura, 151,8 kilómetros entre Annemasse y Morzine que engloba tres puertos de primera categoría y el Joux Plane, especial, cuyos 12 kilómetros de descenso por una carretera estrecha y técnica, serán definitivos.En total, el pelotón superará 4.100 metros de desnivel, una constante montaña rusa que golpeará a los organismos que ya llevarán dos semanas en las piernas y que pueden generar desastres en la clasificación general.Sobre todo en una edición en la que parece que no hay ningún campo de batalla que no esté siendo escenario de la pelea entre los mejores, en particular el danés Jonas Vingegaard y el esloveno Tadej Pogacar.A diferencia de la etapa de los Vosgos, la primera cita con los Alpes otorga una configuración diferente, ya que desde su inicio propone montañas, rampas de lanzamiento para ataques, pero sobre todo, desgaste para los corredores.El col de Cou y el de Freu, ambos de primera, son desconocidos para el pelotón y, aunque se encuentran muy lejos de la meta, comenzarán a desgastar las energías en una jornada que se augura trascendente.A 87 kilómetros de la salida comenzarán a escalar el Ramaz, 13,9 kilómetros de ascensión con una pendiente media del 7,1 %, con algunas rampas de gran dureza, aunque en general demasiado tendido, lo que seguirá mermando los organismos de cara a la traca final.La gran atracción de la jornada será el Joux Plane y sus 11,6 kilómetros al 8,5 % de pendiente media, donde tras superado todo lo anterior, nadie podrá esconder sus cartas.EL CALVARIO FINALEl puerto, ya mítico en el Tour, ofrece más de media hora de calvario, sin un reposo, lo que puede provocar desfallecimientos fatales, pero también terreno para ataques indiscriminados casi en cada rincón.Será la décimo tercera vez que el Tour ascienda esta cota que nunca ha sido meta, porque su cima se encuentra en un espacio reducido que imposibilita los aspectos organizativos.Pero su esbelta figura, atravesada por una angosta carretera encajonada en un túnel de árboles que se van haciendo más escasos a medida que se supera la altitud, ha emergido camino de Morzine, una de las paradas tradicionales del Tour en los Alpes.Con frecuencia, sus rampas han juzgado el ganador de la etapa, siempre coronado por un gran escalador, nombres míticos como Ángel Arroyo en 1984 o Eduardo Chozas en 1987, Maco Pantani en el 97 o Richard Virenque en el 2000, todos ellos ganadores luego en el descenso a Morzine.La última visita, en 2016, es la excepción, porque aunque fue el colombiano Jarilson Pantano quien coronó en cabeza, pero en el descenso el más rápido fue el español Ion Izaguirre, que ganó su primera etapa en el Tour, siete años antes que la que consiguió este jueves en Belleville-en-Beaujolais.Una lección que deberán recordar los ciclistas en esta nueva edición donde la cima vuelve a ser solo la antesala del triunfo que habrá que ir a buscar en una vertiginosa bajada que ha suscitado la crítica del sindicato de corredores.La etapa será, además, antesala de una segunda jornada alpina con meta esta vez en la cima del Mont-Blanc, de primera categoría, antes de afrontar otros dos puertos similares.Después llegará la jornada de descanso y la segunda parte del macizo que aparece como decisivo en este Tour.Etapa 14: Annemasse - Morzine, 151,8 kmSalida: 13.20 horas (11.20 GMT)Llegada prevista: 17.33 horas (15.33 GMT)Montaña:Col de Saxel (3a), 4,3 km al 4,6 %, a 133,1 de metaCol de Cou (1a), 7 km al 7,4 %, a 116,5 de metaCol du Feu (1a), 5,8 al 7,8 %, a 99,1 de metaCol de la Ramaz (1a), 13,9 km al 7,1 % a 50,2 de metaCol de la Joux Plane (Especial), 11,6 km al 8,5 % a 12 de meta.Le puede interesar:
El colombiano Harold Tejada (Astana) estuvo muy activo este viernes en la decimotercera etapa del Tour de Francia, con final en el Col del Grand Colombier, participando en la escapada del día y terminando en octava posición en la meta, a 1 minuto y 5 segundos del ganador, el polaco Michal Kiatkowski.Tejada integró un grupo de una veintena de escapados, a poco de iniciarse la etapa de 137 km, y se separó de sus compañeros de fuga con otros dos ciclistas, el belga Maxim Van Gils y el británico James Shaw, ya ascendiendo el duro puerto del Grand Colombier, de categoría especial, cuando quedaban unos 12 km para la meta.Pero el polaco reaccionó rápido, y pasó pronto a los tres ciclistas escapados, para acabar haciéndose con su segunda victoria de etapa en el Tour, tras haber ganado otra en 2020."Pensábamos que íbamos a poder alcanzar nuevamente a Kiatkowski, pero obviamente iba muy fuerte. Cuando racheamos fue muy tarde e iba bastante rápido", dijo el ciclista colombiano del Astana.Pese a esta pequeña decepción, su octavo puesto le ha servido para colocarse en la trigésima posición en la clasificación general, a más de 55 minutos del líder, el danés Jonas Vingegaard (Jumbo).Y el colombiano seguirá intentando buscar una victoria de etapa en este Tour de Francia, lo que es ahora su objetivo."Vamos a intentarlo. Hemos perdido a tres corredores en el equipo, pero estamos acá con oportunidades para lograr una etapa. Me quedo con la sensación de que mañana (sábado) lo intentaremos otra vez. Y si no, esperaremos a las etapas de la tercera semana", explicó el colombiano de 26 años."Me encuentro bien, en buena condición. Pensaba buscar mi primera victoria. Hoy no tocó, pero voy a seguir intentándolo", prometió el segundo colombiano en la general, detrás de Egan Bernal (Ineos), que ocupa el 26º puesto.Bernal fue 49º en esta etapa, a 14 minutos y 24 segundos del ganador del día, su compañero de equipo Kwiatkowski."El equipo había estado buscando una etapa desde el primer día y hoy se dieron las cosas, contra todo pronóstico, porque no pintaba para fuga, pero Kwiato fue muy fuerte", señaló Bernal a los periodistas al término de la etapa."Todas las etapas son duras acá, no sabes si más las de plano o las de subida. Se vienen ahora dos etapas con mucho desnivel, a lo que se suma la fatiga", apuntó.Le puede interesar:
El danés Jonas Vingegaard les quitó importancia a los cuatro segundos que cedió en la meta del Grand Colombier con el esloveno Tadej Pogacar y se felicitó de haber mantenido el maillot amarillo, que era el objetivo que se había marcado para esta jornada."El objetivo hoy era mantener el amarillo, estoy contento por haberlo conseguido. Pogacar es un ciclista más explosivo que yo en un final como este, así que contento con haber perdido solo cuatro segundos", señaló.El defensor del título perdió la rueda del esloveno en un gran ataque en el último kilómetro, pero mantiene una renta de 9 segundos por delante.Suscríbase a nuestro canal de WhatsApp aquí:👉🏻 bit.ly/42ZQznFEl danés reiteró que este Tour se jugará en un margen de pocos segundos, como suele ocurrir en los duelos que mantiene con Pogacar, pero aseguró que afronta con confianza las etapas alpinas, que son más largas y de resistencia y se adaptan mejor a sus posibilidades."Tengo confianza en mis fuerzas, las etapas de los próximos días serán interesantes. Yo me encuentro muy bien, estoy en buenas condiciones, estoy muy satisfecho de cómo están saliendo las cosas. Espero la próxima semana, daré lo mejor de mi mismo", indicó.Vingegaard afirmó que la rivalidad que mantiene con Pogacar está siendo "hermosa" para los espectadores y alabó a su rival: "Tadej es uno de los mejores o el mejor del mundo, un rival muy difícil, siempre hay hermosos combates entre nosotros".El líder del Tour aseguró que no siente la presión de renovar el título logrado el año pasado."No estoy ansioso, si gano el Tour está bien; si no, habré dado el máximo", indicó.Puede ver:
El esloveno Tadej Pogacar aseguró sentirse satisfecho de los 4 segundos que recortó al danés Jonas Vingegaard en la lucha por la general del Tour de Francia, que sumados a los cuatro de bonificación le dejan a 9 del maillot amarillo."Es un buen comienzo en la tarea de remontar, creo que ha sido un buen día para nosotros. Me hubiera gustado ganar la etapa, pero esa renta que he recortado es como una pequeña victoria", aseguró el corredor del UAE.Pogacar, que atacó en el último kilómetro del ascenso al Grand Colombier, única dificultad puntuable de la jornada, reconoció que es difícil sacar de rueda a Vingegaard, "uno de los mejores escaladores del mundo".Suscríbase a nuestro canal de WhatsApp aquí:👉🏻 bit.ly/42ZQznF"Hoy lo he intentado con un largo sprint, he estado a punto de no poder terminarlo, pero al final he logrado unos segundos que valen la pena", señalóPogacar reconoció que contaban con buscar la victoria de etapa, pero que la escapada "fue muy rápida" y que prefirieron "no correr riesgos" poniendo a trabajar al equipo para recortar diferencias y "jugárnoslo todo en la última subida". Puede ver:
El polaco Michal Kwiatkowski consiguió este viernes en la cima del Grand Colombier su segunda victoria en el Tour de Francia, mientras que el danés Jonas Vingegaard conservó el maillot amarillo por solo 9 segundos con respecto al esloveno Tadej Pogacar, tercero de la jornada.El ganador de la pasada edición volvió a perder la rueda de su gran rival, que efectuó un duro ataque en el último kilómetro y entró con cuatro segundos de ventaja, a los que sumó otros cuatro de bonificación.El brutal ataque de Pogacar en el último kilómetro, las rampas más duras de ascenso al Grand Colombier, destrozó el pelotón de los favoritos y se sintió también en las piernas del maillot amarillo y defensor del título.El australiano Jai Hindley perdió 15 segundos con Pogacar y sigue siendo tercero, aunque amplió su renta con respecto al cuarto, el español Carlos Rodríguez, que cedió 17 segundos con el australiano.El ciclista granadino del Ineos tiene ahora una desventaja de 1.57 con respecto a Hindley y le pisa los talones los gemelos británicos Adam y Simon Yates. El primero que entró dos segundos antes que Rodríguez, está a 15 segundos del español y el segundo, que le aventajó en seis segundos en la meta, está ahora a 16.Ajeno a la lucha por la general, Kwiatkwoski, compañero de equipo de Carlos Rodríguez, convertido en los últimos en un gregario de lujo, firmó un triunfo de éxito en una de las cimas míticas del Tour.Su primera victoria la consiguió en La Roche sur Foron, donde entró en la meta de la mano del que entonces era su jefe de filas, el ecuatoriano Richard Carapaz.El polaco Michal Kwiatkowski consiguió este viernes en la cima del Grand Colombier su segunda victoria en el Tour de Francia, mientras que el danés Jonas Vingegaard conservó el maillot amarillo por solo 9 segundos con respecto al esloveno Tadej Pogacar, tercero de la jornada.El ganador de la pasada edición volvió a perder la rueda de su gran rival, que efectuó un duro ataque en el último kilómetro y entró con cuatro segundos de ventaja, a los que sumó otros cuatro de bonificación.El brutal ataque de Pogacar en el último kilómetro, las rapas más duras de ascenso al Grand Colombier, destrozó el pelotón de los favoritos y se sintió también en las piernas del maillot amarillo y defensor del título.El australiano Jai Hindley perdió 15 segundos con Pogacar y sigue siendo tercero, aunque amplió su renta con respecto al cuarto, el español Carlos Rodríguez, que cedió 17 segundos con el australiano.El ciclista granadino del Ineos tiene ahora una desventaja de 1.57 con respecto a Hindley y le pisa los talones los gemelos británicos Adam y Simon Yates. El primero que entró dos segundos antes que Rodríguez, está a 15 segundos del español y el segundo, que le aventajó en seis segundos en la meta, está ahora a 16.Ajeno a la lucha por la general, Kwiatkwoski, compañero de equipo de Carlos Rodríguez, convertido en los últimos en un gregario de lujo, firmó un triunfo de éxito en una de las cimas míticas del Tour.Su primera victoria la consiguió en La Roche sur Foron, donde entró en la meta de la mano del que entonces era su jefe de filas, el ecuatoriano Richard Carapaz.Le puede interesar:
Desde los 1.500 metros del Grand Colombier se atisba una impresionante vista de 360 grados que permite ver el lago Léman, el de Annecy, el Mont Blanc o el valle del Ródano, una atalaya que clarifica el paisaje.Desde su primera ascensión en el Tour de Francia de 2012, la cota del macizo del Jura se ha acostumbrado también a aportar una visión clara del estado de forma del pelotón, porque sus rampas no dejan indiferentes, ni por la belleza del lugar, ni por su dureza.Dos semanas después del inicio del Tour en Bilbao, la batalla entre el danés Jonas Vingegaar y el esloveno Tadej Pogacar no ha tenido un segundo de tregua. Cada vez que el terreno ha permitido escaramuzas, los dos gallitos de la general han aprovechado para golpearse.Pero el escarceo que les mantiene a una distancia de 17 segundos en favor del nórdico no ha dejado claro cual de los dos está más fuerte. Pogacar adujo problemas en su todavía dolorida muñeca cuando perdió tiempo en la primera etapa pirenaica, antes de asestar dos hachazos a su rival en las dos siguientes, que mostraron las debilidades del danés.¿Cuál es el estado real de las fuerzas de cada uno en vísperas de la llegada a los Alpes? La "pirámide de Bugey", sobrenombre de esta particular montaña, servirá de termómetro.En diez años, el Grand Colombier se ha hecho un hueco entre los lugares que suele visitar la carrera y su estampa aislada, como un faro que ilumina la región, le colocan como un lugar emblemático para etapas rápidas con final apoteósico.Será la sexta vez que el pelotón del Tour ascienda sus cotas, aunque solo la segunda que sitúe allí una meta, tras la victoria de Pogacar en 2020.Pocas dudas hay de que la etapa con salida en Châtillon-sur-Chalaronne acabará con un excepcional fuego de artificio, como los que se lanzan en Francia el día de su fiesta nacional, ya que los organizadores han hecho todo para preparar un perfecto campo de batalla.Toda la jornada está pensada para la traca final. Solo 137,8 kilómetros, prácticamente llanos, con una tachuela no puntuable, antes de afrontar el último desafío, con las fuerzas intactas, toda la energía al servicio de una subida espectacular.El Grand Colombier promete mucha pelea, colocar a cada uno en el máximo de su potencia, como ya demostró hace tres años Pogacar, ganador de la única etapa que hasta ahora ha acabado en esa cima.El esloveno superó en la meta a su compatriota Primoz Roglic, que conservó el amarillo, pero la subida sirvió para descartar para la lucha por el amarillo al defensor del título, el colombiano Egan Bernal.LA VERTIENTE MÁS LARGAEn esta ocasión, los organizadores han optado por la vertiente más larga, la que comienza en Culoz y tiene 17,4 kilómetros de ascenso con una pendiente media del 7,1 %, con las rampas más fuertes en el tramo inicial y medio, con porcentajes por encima del 10 %, y más tendido en el final.La ruta elegida permitirá visualizar sus hermosos lazos, donde las curvas se suceden en apenas unos kilómetros y donde los mano a mano aparecen de forma más cristalina, donde las sensaciones directas toman la primacía sobre la frialdad de las máquinas."Estoy deseando volver", aseguró Pogacar, que guarda buenos recuerdos del Grand Colombier y que espera volver a sacar partido de su explosividad para asestar un tercer mazazo a Vingegaard.El danés no se amilana. Parece algo fatigado de que le pregunten por su rival y señala que afronta lo que queda de carrera "en buenas condiciones y con mucha confianza".Vingegaard aguarda que llegue su terreno, etapas más duras y largas, donde el desgaste tome la iniciativa sobre los ataques secos, en los que el esloveno le lleva ventaja.Del Gran Colombier saldrán conclusiones para las jornadas alpinas, las más importantes del Tour más montañoso de los últimos años.El fin de semana cuenta con dos etapas de mucha altura. El sábado, se ascenderán tres 'primeras' antes de la Joux Plane, de categoría especial, cuya cima está a 12 kilómetros de la meta de Morzine. El domingo la llegada estará en el puerto de Saint-Gervais Mont-Blanc, de primera.Tras una jornada de descanso, llegará la contrarreloj, exigente y en ascenso, antes de afrontar el miércoles el ascenso al Col de la Loze, para muchos la etapa reína de la edición.Etapa 13: Châtillon-sur-Chalaronne - Grand Colombier, 137,8 kmSalida: 13.55 horas (11.55 GMT)Llegada prevista: 17.21 horas (15.21 GMT)Montaña:Grand Colombier (Especial), 17,4 km al 7,1 %, en meta.Le puede interesar:
El español David de la Cruz (Astana) se ha retirado del Tour de Francia al sufrir una aparatosa caída en el trascurso de la duodécima etapa que se disputa entre Roanne y Belleville-En-Beaujolais, de 168,8 km.El ciclista catalán (Sabadell, 34 años) se cayó en el km 26 de la etapa, después de superar la Cota de Thizy-les-Bourgs (3.ª) y de haber intentado la escapada en varias ocasiones desde el comienzo de la etapa en Roanne.De la Cruz trataba de lograr el gran objetivo del equipo Astana, debilitado tras los abandonos, también por caídas, del español Luis León Sánchez y del británico y líder del equipo Mark Cavendish, pero el infortunio salió de nuevo en busca del ciclista catalán.Es la segunda retirada de De la Cruz en tres participaciones en el Tour, ya que en 2014, en el año de su debut, hubo de abandonar por una caída, también en la duodécima etapa.Con esta retirada de De la Cruz restan en carrera 11 ciclistas españoles de los 14 que tomaron la salida en Bilbao el pasado 1 de julio. Los anteriores retiradas fueron las de Luis León Sánchez y Enric Mas.Le puede interesar:
El esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates), segundo en la general del Tour de Francia a 17 segundos de Jonas Vingegaard, dijo sentirse preparado para afrontar este viernes el Grand Colombier, donde ya se impuso en 2020."Se trata de una gran ascensión, si las piernas me responden podre atacar, si no, trataré de no perder tiempo. La etapa no dura excepto la subida final, será difícil y la afrontaré a fondo. La última vez que subí gané y estoy deseando volver", dijo Pogacar en la meta de Belleville-En-Baujolais.Respecto a la etapa de este jueves, en la que se impuso el español Ion Izagirre, Pogacar destacó su dureza, pero admitió que guardó fuerzas para el Grand Colombier."He tratado de guardar fuerzas durante la etapa para poder utilizarlas los próximos días. Ha sido durísima, y sabía que cualquier movimiento equivocado significaba un gasto de energía que luego echaría de menos en las siguientes etapas", señaló.Suscríbase a nuestro canal de WhatsApp aquí:👉🏻 bit.ly/42ZQznFEl doble ganador del Tour de Francia se involucró en los instantes iniciales de la etapa para evitar algunas escapadas peligrosas para la general."Me he centrado en evitar que se marcharan escapadas peligrosas. Hubiera sido genial poder meter a Adam Yates en la fuga, porque de esa forma el equipo podría haber corrido con más tranquilidad", concluyó.Puede ver:
Se toca la oreja y marca cuatro dedos de su mano al cruzar la meta de Belleville-en-Beaujolais. Ion Izaguirre tiene en su mente a su hija Iraia, que cumplía cuatro años el mismo día que su padre conseguía su segundo triunfo en el Tour de Francia."La emoción ha sido mucha en los últimos kilómetros. Me he acordado de que esta mañana hablaba con ella. Por mi cabeza pasaban muchas cosas, son muchos los días que estamos fuera de casa y te pierdes muchas pequeñas cosas bonitas de la familia", comentó el ganador.Su hija le inspiró para apuntarse una victoria que llega dos días después de la que consiguió Pello Bilbao en Issoire, que pudo fin a cinco años de sequía española y tras la que su compañero del Cofidis Victor Lafay había logrado en San Sebastián, tras 15 años en los que la formación francesa no conseguía un triunfo.Suscríbase a nuestro canal de WhatsApp aquí:👉🏻 bit.ly/42ZQznF"Con la victoria de Victor en Donosti, para un equipo pequeño como Cofidis, tras 15 años, nos quitó peso y nos dio moral. Con la de Pello, otro corredor de casa, también nos llevamos otra alegría. Llevábamos demasiados años sin ganar. Ahora que siga la fiesta", indicó el corredor.El pequeño de los Izaguirre, su hermano Gorka corre en el Movistar, llegaba con muchas ganas de hacer algo importante en su novena participación en el Tour, un año especial porque la ronda gala arrancaba cerca de donde ellos habían dado sus primeras pedaladas."ME HUBIERA GUSTADO GANAR EN CASA""Me hubiera gustado ganar en casa y seguro que a Pello también. Yo llegaba a este Tour en buena condición y las etapas se adaptaban bien a mis características. Pero fueron muy difíciles, no hay más que ver quienes las ganaron", señaló.El triunfo llegó en una etapa "rompepiernas", con tres puertos de tercera y dos de segunda, después de que el ciclista vasco no pudiera meterse en las buenas fugas en las jornadas de Pirineos."Sentía mucha rabia por no poder ir a buscar una victoria pese a que estaba bien", indicó el corredor, ahora liberado de ese gran peso.Izaguirre aseguró que con su triunfo "el trabajo ya está hecho", pero avisó que no tira la toalla en un Tour que se le está dando bien a él y a su equipo.En dos días el pelotón afrontará una etapa con final en Morizne, antes de escalar los puertos Ramaz y Joux Plane, un final similar al que había en la jornada de 2016 en la que consiguió su primer triunfo en la ronda gala, también en una larga escapada en la que superó al colombiano Jarilson Pantano y al italiano Vincezo Nibali."El Tour no ha terminado y seguiremos intentando entrar en las fugas. Si recupero bien, puedo intentarlo, aunque este fin de semana será muy duro y no sabemos si los corredores de la general buscarán la victoria (...) Tuvimos muchos años sin victorias y ahora dos seguidas, esperemos seguir en esta línea", afirmó.Izaguirre aseguró que ha encontrado un lugar cómodo en el Cofidis, al que llegó en 2022 tras haber pasado por el Astana, Bahrain, Movistar y Euskaltel.El español tuvo muchas palabras de agradecimiento para su compañero francés Guillaume Martin, que estuvo con él en la fuga y junto al que enlazó con el grupo de cabeza tras haberse descolgado en el penúltimo puerto.Luego, cuando Izaguirre atacó en el último, Martin hizo su labor de desgaste entre los perseguidores. "La verdad es que me dio mucha tranquilidad saber que iba detrás", indicó.El español ocultaba mal la emoción por la derrota y la alegría por sumar un nuevo triunfo a su nutrido palmarés. Izaguirre tiene triunfos en las tres grandes vueltas y ha sido campeón de España en ruta y dos veces en contrarreloj. Puede ver: