Margarita Rosa de Francisco, ganadora del premio a la mejor actriz en la sección Horizontes del festival de Venecia por su destacada interpretación en la película italiana "El Paraíso", dirigida por Enrico Maria Artale, compartió en Mañanas Blu, con Néstor Morales, sus pensamientos sobre su premio, la película y su relación con las redes sociales.
En la entrevista, Margarita destacó la importancia de separar las diferencias políticas y su admiración por el presidente Gustavo Petro con lo que es ella como actriz. De hecho, cuando se le preguntó sobre su papel en la discusión política en Colombia, Margarita Rosa subrayó su deseo de no ser solo una figura de entretenimiento, sino también una ciudadana comprometida.
“Pienso que somos seres políticos. Tal vez mi rebeldía, Néstor, los que me oigan, tiene que ver con que no me conformo con ser una muñeca de entretenimiento, sino una ciudadana, una parte de Colombia y quiero formar parte de la discusión política como ciudadana. No me quiero apartar de esa discusión”, puntualizó.
Sin embargo, la actriz reconoció que haber cerrado sus cuentas en redes sociales debido a su propia toxicidad en el debate público, pero manifestó que su regreso a estas es un intento de participar de manera más constructiva en la discusión política y social.
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“Cuando tenga una opinión poderosa con respecto a algo, pues seguramente la manifestaré, aunque eso me cueste que muchos no me quieran. (¿Cerró sus redes sociales por un tiempo?) Sí, pero no aburrida, sino porque yo misma me consideré también tóxica. O sea, parte del ruido, estaba yo siendo parte del ruido. Cuando salí diciendo que los medios vendidos y que manipulaban, no sé qué, pues si yo quiero invitar a la reflexión, pues no creo que ese sea el tono para hacer esa invitación. Entonces vi que yo también estaba envenenándome. Es muy fácil que eso nos pase en las redes”, aclaró la actriz.
La historia detrás del premio
Margarita Rosa compartió detalles sobre la película "El Paraíso", que se filmó hace aproximadamente un año y medio. Explicó que la película se desarrolla en Italia y gira en torno a una relación compleja y tóxica entre una madre colombiana, interpretada por ella misma, y su hijo.
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La película se presenta en italiano y español, lo que representó un desafío para Margarita, según contó en Mañanas Blu. Ella compartió que tuvo que aprender a hablar italiano de la calle, un italiano más coloquial y auténtico que el estándar, durante ocho meses con la ayuda de dos entrenadores lingüísticos.
“A mí me tocó trabajar aprendiendo a hablar un italiano que no es el estándar que se aprende en las escuelas, sino el de la calle. Se suponía que es una colombiana que aprende a hablar italiano, pero el italiano sucio de la calle. Eso me tomó unos ocho meses, con un dos, dos coaches, que me ayudaron a lograr esa musicalidad que el director quería”, contó.
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