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En diálogo con BLU Radio, el coronel en retiro Giovanny Riaño, dijo que si los 67 kilos de explosivos incautados a las disidencias de las Farc hubiesen sido utilizados en un carro bomba, la cantidad hubiera sido suficiente para que la explosión afectara dos cuadras a la redonda.
El experto plantea que una detonación de esas características habría sido similar a la de la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó 23 personas muertas. Sin embargo, dice el coronel en retiro que los delincuentes hubieran podido distribuir los explosivos y utilizarlos en atentados diferentes.
La Policía reportó esta mañana que la pareja de sospechosos transportaba en total 149 barras de pentolita, equivalente a 67 kilos de explosivos, cuando el de la General Santander fue una carga de 80 kilos. El atentado en la Brigada 30 contó con 30 kilos de pentrita, según establecieron las investigaciones.
Según el coronel (r) Riaño, la pentolita es uno de los explosivos más poderosos del mundo después del C4, pero con la diferencia de que en Colombia se puede conseguir fácilmente porque es utilizado para labores de minería.
El oficial en retiro opinó que es necesario fortalecer la vigilancia y el control en las empresas privadas autorizadas para comprar estos explosivos en Indumil, porque la falta de controles genera una fuga de material que muchas veces termina en manos criminales. Esta situación no sólo ocurre en Colombia, sino también en países como Ecuador y Venezuela.
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