Las propiedades del magistrado Gustavo Malo

En su versión de este martes, el diario El Espectador se puso a la tarea de averiguar sobre los bienes que ha adquirido el magistrado Gustavo Malo, hoy en el ojo del huracán por su presunta vinculación en el escándalo de la justicia. De acuerdo al diario, todos los bienes adquiridos por el togado han sido comprados junto a su esposa Estela Benítez Morales iniciando en 1991 con un apartamento de 120 metros cuadrados ubicado en Cartagena. Lea también: Los bienes del magistrado Gustavo Malo. En julio de 1994, Malo Fernández y su esposa compraron el lote número 3 en el barrio Manga, de Cartagena, el cual fue adquirido por 35 millones de pesos y años después vendido por 100 millones de pesos. Además, según revela El Espectador, en 1998, el magistrado y su esposa adquirieron a una casa lote de 145 metros cuadrados, que les costó $120 millones. Esa propiedad sigue a nombre de la pareja, así como el apartamento de 215 metros cuadrados que tienen en el exclusivo barrio de San Patricio, en el norte de Bogotá, que compraron en 2015 por un valor registrado en notaría de $587 millones. En Cartagena, los Malo Benítez tuvieron otro apartamento que consiguieron en 2006, igualmente ubicado en Manga, comprado por $110 millones. Lo vendieron tres años después por $120 millones. El pasado jueves, luego de seis horas de discusión terminó la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia donde los magistrados insistieron a Gustavo Malo que se aparte de su cargo para poder llevar a con normalidad el proceso que hay en su contra. La Sala Plena oficializó la petición de renuncia al magistrado, sin embargo, Malo reiteró que no se apartará por el momento del cargo, pero que va a tomarse un tiempo para tomar la decisión. Encuentre aquí el artículo completo de El Espectador. Para acceder de forma rápida a nuestra señal en vivo y contenidos destacados, DESCARGUE ya la app de Blu Radio.

Las propiedades del magistrado Gustavo Malo

Todos los bienes que el magistrado Malo ha tenido a lo largo de su vida los ha comprado con su esposa.

Gustavo Malo

El Espectador