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Mientras que este miércoles se espera que inicie el retorno de dos mil campesinos en el Bajo Cauca, los habitantes de toda una vereda en Ituango, al norte del departamento comenzaron el éxodo por cuentos de presiones de disidentes de las Farc y el Clan del Golfo.
Este martes se adelantó un nuevo consejo de seguridad en medio de esta difícil situación de seguridad que atraviesa el departamento. Allí se definió un esquema para lograr que 40 días después, cerca de 1600 campesinos e indígenas retornen a sus hogares en Cáceres y Tarazá.
Sin embargo, el panorama no es tan alentador en Ituango, donde recientemente se han presentado enfrentamientos entre bandas surgidas de desmovilizados de las Farc. Los habitantes de la vereda Ciénaga del corregimiento de Santa Rita están saliendo en burros, caballos o a pie para evitar ser víctimas de estos grupos que buscan, según el gobernador Luis Pérez, controlar un territorio que era controlado por las Farc.
El gobernador también señaló que, según informaciones, los exintegrantes de las Farc estarían creando grupos utilizan caletas no solo de armas sino de dinero, ya que su crecimiento en los últimos meses ha sido bastante fuerte.
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