Por miedo a que carros de BYD sean espías, este país prohíbe su uso a oficiales del Ejército
Expertos en ciberseguridad alertaron los riesgos que, según ellos, tienen estos carros.
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El Ejército de Israel decidió suspender la compra de vehículos de la marca china BYD por temor a que estos puedan ser utilizados para labores de espionaje. La medida afecta directamente al modelo Atto 3, un SUV que había sido considerado para incorporarse a la flota oficial de uso de sus oficiales, según información publicada por el medio israelí YTnews.
La decisión se tomó luego de una serie de advertencias de expertos en ciberseguridad, quienes alertaron sobre el riesgo potencial de los sistemas electrónicos que integran estos automóviles.
Previamente, las autoridades militares ya habían tomado medidas con modelos de otras marcas chinas como MG y Chery, como la desactivación del sistema de llamada de emergencia e-Call, que podría permitir comunicación con el exterior en caso de accidente.
Sin embargo, las recientes preocupaciones técnicas llevaron a frenar la compra de decenas de vehículos BYD. Según explicó el doctor Harel Menashri, jefe de cibernética del Instituto Holon de Tecnología (HIT) y profesor de la Universidad de Tel Aviv, este tipo de automóviles deben ser tratados como "sofisticados sistemas de recopilación de información".
El experto advirtió que los autos fabricados por marcas chinas “incluyen sistemas avanzados de sensores con capacidad de comunicación” y que serían capaces de recopilar "una vasta cantidad de información visual, auditiva e incluso biométrica" tanto de los ocupantes del vehículo como de su entorno. Esta información, indicó, podría ser enviada directamente a servidores ubicados en China.
La preocupación por el posible uso de vehículos chinos como herramientas de espionaje no es exclusiva de Israel. En meses recientes, países como Estados Unidos y el Reino Unido han tomado medidas similares.
A inicios de este año, el gobierno estadounidense emitió alertas sobre la posible amenaza de espionaje a través de automóviles de origen chino. Por su parte, el Reino Unido prohibió que estos vehículos se acerquen a menos de tres kilómetros de sus instalaciones militares.
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En el caso de Israel, la decisión representa un cambio en su política reciente, ya que más de 600 automóviles de las marcas MG y Chery habían sido adquiridos previamente para uso del Ejército. La medida afecta particularmente a BYD, marca que con modelos como el Atto 3 y el Seal U lidera el mercado de vehículos chinos en el país.
Las advertencias sobre los posibles riesgos no se han limitado únicamente al sector automotor. Expertos israelíes también han señalado que otros dispositivos de origen chino, como cámaras de seguridad, routers y drones, podrían representar amenazas similares por su capacidad de recopilar y transmitir información sensible.