“Sentimos que es necesario mostrar el otro lado de esta horrible droga. Tenemos que ser una voz para los niños metidos en estas situaciones”, dice el post.
“Este niño no puede hablar por sí mismo, pero nosotros tenemos la esperanza que su historia pueda convencer a otros a reflexionar dos veces antes de inyectarse este veneno mientras tienen a un niño en su custodia”, añade la publicación.
Las imágenes abrieron un debate sobre la decisión de la policía, pero también sobre la falta de responsabilidad de los padres.
"Estamos conscientes de que algunos puedan estar ofendidos por estas imágenes y por eso les pedimos disculpas, pero es tiempo de que el público que no hace uso de drogas vea con lo que estamos lidiando todos los días", escriben en Facebook.