Una breve, pero poderosa nota escrita con amor se convirtió en el último recuerdo que un niño guarda de su madre, una mujer que soñaba con verlo crecer y triunfar.
La mañana de su primer día de clases, el pequeño recibió en su lonchera un mensaje que hoy conmueve a toda una familia: “Feliz lunes, hijo, hoy es el primer comienzo de esto y puedes empezar con fuerza. Sigue siendo tú mismo. Eres el niño más genial, inteligente y divertido que conozco. Te quiero mucho y me haces sentir muy orgullosa. Que tengas un buen día. Mamá te quiere”.
Horas después, esa madre, identificada como Romeca Meeks-Blackmon, perdió la vida de forma violenta en Chicago, Estados Unidos.
Según confirmaron las autoridades, el lunes 8 de septiembre, alrededor de las 9:05 de la mañana, la mujer de 31 años fue atacada a tiros en la cuadra 2200 de South State Street.
De acuerdo con los primeros reportes, la víctima tuvo una discusión con una conocida que, en medio del altercado, habría sacado un arma y le disparó en el rostro.
La madre fue trasladada de urgencia al Hospital Stroger, donde los médicos confirmaron su muerte poco después. Aunque una persona fue retenida para interrogatorio, fue liberada mientras la Policía continúa recopilando evidencia y declaraciones para esclarecer el crimen.
Hasta el momento, se desconoce qué originó la disputa que terminó en tragedia.
El caso ha generado profunda consternación entre familiares y amigos. Días después, el viernes 12 de septiembre, se realizó una vigilia en su memoria en el barrio de West Englewood. Allí, su madre, Tina McMiller, rompió en llanto frente a los asistentes y expresó el dolor que la embarga: “Estoy destrozada, estoy tan destrozada”, dijo con la voz quebrada.
Romeca, según su familia, era una madre dedicada que estudiaba para convertirse en enfermera y que siempre priorizó el bienestar de su hijo. Ahora, quienes la amaban claman justicia para que su muerte no quede impune, mientras el niño inicia el año escolar marcado por la pérdida irreparable de su mayor apoyo.