30 años sin Guillermo Cano

Guillermo Cano, quien desde los 27 años dirigió El Espectador, dedicó los últimos años de su vida a denunciar públicamente al Cartel de Medellín, lo que desató una ola de amenazas contra él, el periódico y su familia.

Pasadas las 7:30 p.m. del 17 de diciembre de 1986, Guillermo Cano salía de El Espectador y al tratar de hacer un cruce en “U” para ir hacia el norte de Bogotá, rumbo a su residencia, fue baleado por dos sicarios en una motocicleta.

Después de varios impactos de bala, don Guillermo perdió el control del vehículo y chocó contra un poste del alumbrado público situado sobre el andén oriental de la avenida.

Guillermo Cano fue llevado hasta la recién inaugurada Clínica de la Policía en el sector del CAN, en el occidente de Bogotá, pero aún no estaba en funcionamiento, por lo que fue remitido a la clínica de Cajanal, donde murió.

Algunos testigos aseguran que el autor del atentado subió a la parrilla de una motocicleta en donde lo esperaba un segundo individuo en cuya compañía emprendió la fuga a toda velocidad rumbo al norte de la ciudad y sin que nadie acertara a salir en su persecución.

Cano tenía 61 años al momento de su muerte, 44 de los cuales había dedicado al periodismo en El Espectador. Hasta el día de hoy se considera que su asesinato sigue en la impunidad.