El error que suelen cometer las empresas antes de terminar el año, ¿cómo evitarlo?
La organización de los documentos es un punto clave que muchas empresas descuidan antes de finalizar el año.
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El cierre del año fiscal es uno de los momentos más críticos para las empresas en Colombia, pero también uno de los más subestimados. De acuerdo con expertos, el error más común es tratar este proceso como un simple trámite operativo y no como una decisión estratégica que impacta directamente la liquidez, la reputación corporativa y la sostenibilidad del negocio. Un cierre mal gestionado puede traducirse en sanciones, intereses, reprocesos contables e incluso investigaciones de entidades como la Dian, la UGPP o las superintendencias, con efectos que se extienden hasta 2026.
Entre las fallas más recurrentes se encuentran las inconsistencias en la conciliación de impuestos como IVA, ICA y autorretenciones, así como errores en la determinación de ganancias ocasionales por venta de activos, diferencias en cambio, impuesto mínimo e impuesto diferido de renta. También es frecuente la aplicación incorrecta de descuentos tributarios, rentas exentas y compensación de pérdidas fiscales, además de la omisión de intereses presuntos en cuentas por cobrar a accionistas. Estas equivocaciones no solo generan costos económicos, sino que aumentan el riesgo de fiscalizaciones profundas por parte de la autoridad tributaria.
La organización documental es otro punto crítico que muchas empresas descuidan antes de finalizar el año. Contar con libros contables y de actas actualizados, contratos con impacto financiero, declaraciones presentadas y pagadas, certificados de retención, estados de cuenta ante la Dian y los municipios, nómina electrónica, planillas de seguridad social y reportes de beneficiarios finales es fundamental para un cierre ordenado. A esto se suma la importancia de realizar una proyección de renta comparada con el año anterior, una herramienta clave para anticipar impactos financieros y ajustar la planeación tributaria.
El cumplimiento del calendario tributario es igualmente determinante. Desde enero, las compañías enfrentan obligaciones como la revisión de la periodicidad de IVA e ICA y la actualización del RUT; entre marzo y mayo se concentran hitos como la renovación de la matrícula mercantil, la información exógena y la declaración de renta de personas jurídicas. En el segundo semestre, entran en juego compromisos como la renta de personas naturales, precios de transferencia y el pago de la prima de diciembre, todos con impacto directo en la caja de las empresas.
Para evitar estos errores, Martha Eugenia Pulido, socia fundadora Optimal Solutions, recomiendan realizar un pre-cierre contable y fiscal, seguir de manera estricta las recomendaciones del asesor tributario y presupuestar con anticipación las obligaciones del nuevo año. La tecnología se ha convertido en una aliada indispensable: aplicativos contables integrados, software tributario, repositorios documentales y calendarios automatizados permiten reducir errores y garantizar trazabilidad. Anticiparse, organizarse y apoyarse en expertos es la mejor estrategia para cerrar el año sin sobresaltos y empezar el siguiente con bases financieras sólidas.