Asonadas 2025, el año más difícil para las tropas del Ejército: divisiones y zonas más afectadas
Un informe revela que estructuras del Clan del Golfo y las disidencias de las Farc han usado campesinos e indígenas para expulsar tropas, secuestrar soldados e incinerar vehículos en varias regiones del país.
Un informe del Ejército confirma que las asonadas contra tropas militares se han convertido en una práctica recurrente y creciente en distintos departamentos del país, en particular en Cauca, Nariño, Meta, Putumayo y Caquetá.
El documento detalla 29 eventos registrados en lo corrido del año (hasta el 27 de agosto); sin embargo, la cifra crece si se tienen en cuenta las asonadas en septiembre: dos el mismo día, una en Putumayo y la otra en Nariño; otra en Puerto Garzón, cuando las tropas fueron acorraladas mientras adelantaban una operación contra la minería ilegal; otra en El Tambo, en la que secuestraron a otro grupo de militares, y una más en Villagarzón, donde la comunidad, instrumentalizada por criminales, quemó a varios militares.
La mayoría de las asonadas tiene lugar en el suroccidente colombiano, donde estructuras como la Carlos Patiño, Franco Benavides y Jaime Martínez de las disidencias de las Farc habrían instrumentalizado comunidades para enfrentar a los uniformados.
Los reportes describen acciones masivas: el 10 de marzo, en Argelia (Cauca), cerca de 3.000 personas, presionadas por la estructura Carlos Patiño, realizaron una asonada violenta contra la Fuerza Pública que terminó con la quema de dos vehículos tácticos. El 16 de junio, en Policarpa (Nariño), unos 1.000 campesinos rodearon a cuatro pelotones del Ejército, que quedaron secuestrados temporalmente hasta ser liberados bajo presión.
Asonadas 2025, el año más difícil para las tropas del Ejército
Suministrada
El informe también evidencia que, mientras los hechos con comunidades indígenas suelen reunir menos personas, pero con mayor violencia, los registrados con campesinos movilizan a cientos o miles de personas, forzando el retiro de las tropas en operaciones contra narcotráfico, minería ilegal o control territorial.
En julio y agosto, las asonadas se extendieron al Putumayo, Caquetá y Guaviare. En Puerto Guzmán, unas 200 personas incendiaron un vehículo militar y se llevaron material incautado; en La Montañita, 70 pobladores bloquearon un allanamiento tras un combate contra la estructura Rodrigo Cadete; y en Miraflores (Guaviare), 20 civiles atacaron a un pelotón de la Brigada 22.
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La gravedad de los hechos, según el seguimiento militar, radica en que las disidencias usan a la población civil como escudo humano para proteger sus corredores de movilidad y laboratorios de droga, debilitando las operaciones de control del Ejército. Con este panorama, 2025 se perfila como uno de los años con mayor densidad de asonadas en el país, lo que plantea un reto adicional a la Fuerza Pública en medio de la ofensiva contra el multicrimen y los grupos armados organizados.
Las Divisiones del Ejército blanco de las asonadas:
De acuerdo con el documento, en 2025 la Tercera División del Ejército ha sido blanco (hasta agosto) de 23 asonadas, siendo la más golpeada, mientras que la Cuarta División ha registrado un hecho, así como la Quinta. La Segunda División, por su parte, ha registrado dos asonadas contra sus tropas y la Fuerza de Tarea Omega, en el municipio de Vista Hermosa, ha sido blanco de dos.