Un ciudadano egipcio identificado como Mahmud Elbasseau junto a otras 9 personas montaron una red de medicamentos falsos
los cuales eran suministrados a organizaciones criminales dedicadas al delito del hurto con el uso de escopolamina. El general Jorge Vargas, director de la Dijin, aseguró que el extranjero se dedicaba a
"la alteración de medicamentos especiales los cuales eran utilizados como complemento a la escopolamina y eso era vendidos a organizaciones delincuenciales para producirse hurtos". Según la Policía,
el extranjero con estudios en química farmacéutica también alteraba, contaminaba y comercializaba los medicamentos. De esta manera, según las autoridades, se ponía en riesgo la salud de los colombianos.
Alias ‘El Faraón’,
fue llamado así por su esquema criminal, así como a la serie de influencias y conocimiento que tenía sobre el mercado.
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Durante dos años de investigación,
las autoridades identificaron 125 medicamentos de uso controlado que habrían sido modificados y vendidos por la estructura criminal. Dentro de las sustancias fraudulentas se falsificaban tratamientos para la diabetes, disfunción eréctil, epilepsia, insomnio, esquizofrenia, hipertensión y enfermedades pediátricas.
"Se estableció que los medicamentos eran almacenados sin los protocolos de conservación y en pésimas condiciones de salubridad
. A los productos les eran borrados los sellos de uso restringido y alteraban las fechas de caducidad", dijo la directora contra violaciones a los derechos humanos, Stella Sánchez.
Al parecer, parte de estos medicamentos salieron de centros asistenciales y fueron vendidos a través de engaños, o por presión, a
los empleados de las droguerías. Otros productos habrían arribado vía contrabando desde Venezuela y Ecuador. La inescrupulosa actividad delincuencial de la organización los llevó hasta los asilos para comprar los medicamentos que dejaban las personas fallecidas, sin importar en qué estado estuvieran.
Las Policía advirtió que después de estas diez capturas,
se espera el desarrollo de una segunda fase para desarticular toda la organización criminal que estaría detrás de la falsificación de medicamento.