
mientras sus protagonistas están lejos de tener la fama y fortuna que se pensó.
La investigación, que perseguía la responsabilidad penal de los dueños de la mina San José, se cerró sin acusaciones al determinarse que no existían elementos para continuar la indagación.
"Se adoptó esa decisión de no perseverar porque no había convicción para formular una acusación", dijo el fiscal regional de Atacama, Héctor Mella, a periodistas el miércoles.
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El cierre de la indagación se conoce a cuatro días del tercer aniversario de un derrumbe que originó una historia de sobrevivencia que impactó al mundo, reabriendo heridas en los mineros.
"¡Me enterraron otra vez estos desgraciados! Estoy mal, he llorado toda la mañana, esto es un ejemplo de la mala justicia chilena, se pudo haber hecho mucho más", criticó el minero Mario Sepúlveda, el más extrovertido del grupo.
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El proceso tenía como principales inculpados a los dueños del yacimiento, los empresarios Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn.
La mina San José permanece semiabandonada, mientras que los dueños del yacimiento acordaron en 2011 el pago del 25% de los costos del rescate, que en total ascendieron a 22 millones de dólares, por la perforación de un gigantesco túnel por el cual emergieron, uno a uno, los mineros.
Los mineros recordarán el lunes el tercer aniversario del derrumbe con una misa en Copiapó (800 km al norte de Santiago). Tres años después, sus vidas transcurren lejos de la fama y fortuna que se pensó podrían atesorar como protagonistas de esta increíble historia.
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Afp