
La reforma tributaria, una de las propuestas más criticadas del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos por varios sectores empresariales y de opinión, fue defendida por el mandatario, quien aseguró que esta no afecta a la clase trabajadora ni a la clase media, sino a las clases más altas del país y que incluso él deberá pagar el llamado 'impuesto a la riqueza'.
Además, hizo una polémica acusación diciendo que este es un argumento que están usando los ricos del país que no quieren pagar el impuesto, afirmando que “los propios abogados y columnistas, que son amigos de los que no quieren pagar los impuestos, salen a vociferar. La economía va bien, las utilidades de los bancos son muy cuantiosas, entonces, ¿por qué no permitir una contribución pequeña?”.
La declaración del presidente tiene que ver con la editorial del diario El Tiempo del pasado 27 de noviembre, en la que se asegura que la reforma puede traer consecuencias negativas a la inversión y el empleo; y a la columna de opinión de la periodista María Isabel Rueda, publicada en el mismo diario el pasado 30 de noviembre, titulada ‘¡Que retiren este bodrio!’.
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En uno de los apartes de la editorial se critica el afán con el que se aprobó la reforma en las comisiones 3 y 4 del Senado y Cámara, y cuestiona el cómo se van a obtener los 12.5 billones de pesos que se necesitan para cubrir el faltante del presupuesto del año 2015.
“El Gobierno puede acabar cuadrando sus cuentas, pero lo hará a costa de la actividad privada, que es la que genera empleo y oportunidades de progreso. Ese es un pésimo negocio para la sociedad colombiana, la que terminará pagando los platos rotos de esta insensatez”, asegura la publicación.
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